Nuestro futbol

Nuestro futbol 

A menos de un año del mundial nuestro futbol está cerca de llevarse nuestra dosis de realidad que cada cuatro años se aparece enfrente dándonos de cachetadas. Del fracaso de Qatar 2022 a hoy nada ha cambiado, ha incluso empeorado. Los dueños de nuestro amado deporte que anhelan más allá de ganar dinero con sus clubes, ser dueños de la selección, han hecho una sarta de payasadas llenas de traiciones y sin sentidos lográndose volar la barda en cuanto a aberraciones y papelones.

Del nombramiento sorpresivo de Diego Cocca en una especie de golpe de estado que Grupo Orlegi y Grupo Salinas le dieron a Televisa y a Grupo Pachuca pasando por el negro paso de la Bomba Juan Carlos Rodríguez que según esto iba a ser un comisionado independiente que tomaría decisiones incluso encima de los dueños (este es el mejor chiste en la historia de nuestro amado deporte) hasta Jimmy Lozano y su lacayuno paso por la selección terminando con la mala broma del regreso de Javier el Vasco Aguirre quien en nuestro futbol sin descenso no podría dirigir con éxito ni al Santos Laguna. Todo ha sido broma tras broma.

A todo lo anterior hay que sumarle una liga que está intentando ser mejor trayendo buenas contrataciones del extranjero pero que tristemente sigue con los vicios de siempre. Tenemos una liga en donde ni siquiera se inician los partidos de forma puntual, una liga en donde para ver todos los partidos en vivo de manera legal necesitas más de cinco plataformas o aplicaciones digitales, una liga que empuja a sus aficionados a la piratería, una liga que acepta que quienes la transmiten tengan un servicio depolorable y en caída libre. Transmisiones llenas de publicidad invasiva, con contenido corriente y que a mí me da pena que la vean gente de otros países. Con un HD de la década pasada y cada vez más lejanas de cosas de calidad como las transmisiones de la Liga Premier, La Liga o la Champions.

Desde hace muchos años compramos ser un futbol y una liga que no somos, en estas épocas de total globalización la realidad ya nos desnudó, no somos y nunca seremos un futbol de élite. Menos así con estos dueños y estas empresas de comunicación tan rascuaches.

X @manyecastil