El pasado 3 de febrero, unos 50 vagones se descarrilaron en East Palestine, Ohio, Estado Unidos, cerca de las 21:00 horas locales, cuando el tren llevaba productos de Madison, Illinois, a Conway, Pennsylvania. Columnas de humo, preguntas sobre animales muertos e inquietudes sobre el agua potable han hecho que las personas se pregunten: ¿qué tan preocupados deberían estar?