La noche de este jueves todo resplandece. En el centro del escenario del Foro Sol, la sonrisa de Taylor Swift brilla mientras se permite unos segundos para contemplar a las más de 58 mil personas que finalmente pudieron escuchar su voz en vivo. Ellos también brillan. Entre el público lo mismo hay vestidos con pedrería o lentejuelas, que botas o chamarras decoradas por los mismos fans.