9:07 PM, SE APAGAN LAS LUCES.
Gritos. Diego Herrera en los teclados. Aparece Alfonso André. Uno a uno toman su lugar. Se encienden cientos de celulares... Y ahora, la voz de Saúl Hernández se apodera del lugar. Los dios ocultos han quedado al descubierto; la piel se enchina, como si fuera la primera vez.
Caifanes lo hace de nuevo, como antaño, como siempre. Caifanes enciende La Laguna con sus viejos éxitos y todo el público quiere documentarlo. Dos pantallas flanquean el escenario; en el fondo, imágenes de planetas y explosiones.
El Coliseo ahora tiene dueño.
¿Y qué pasa si vamos a dar una vuelta al cielo? Es tiempo de Nubes, de las más coreadas por el público. Y nada más Para que no digas que no pienso en ti, la tercera en el repertorio de esta noche.
"Gracias, por esto que sigue siendo un sueño", exclama Saúl ante la algarabía de sus fans. "Sin ti, raza, esto no sería posible". Y dedicó la siguiente canción, Amanece, a las bandas de Torreón; el experimentado cantante hizo un llamado para apoyar la escena local. Así, la banda recordó sus primeros años.
La siguiente en interpretar fue también del primer álbum, Nunca me voy a transformar en ti; según Saúl: "hemos estado retomando algunas canciones por peticiones, a través de las redes sociales".
Ataviados en colores oscuros, básicamente negro, los cinco músicos continuaron por el repaso histórico de una carrera sin comparación en nuestro país; Caifanes es parte medular del rock en México.
Tiempo para mostrar en la pantalla central los tatuajes de sus seguidores en alusión a Caifanes. Debajo de tu piel, éxito de El silencio.
Luego, la improvisación. Casi de la nada, como si fuera un accidente, a Caifanes se le "sale" un 'cover' de Jaguares: "quiero saber cómo llegar a rozarte el alma y ya. Quiero aprender a poder amar y después subir". Detrás de los cerros. Se encienden de nuevo los celulares.
De pronto, en la imagen central, puede distinguirse una Tortuga nadando... ¡Vaya tema olvidado del disco que marcó la historia! "¡Ay, tortuga, vete mar adentro... Y déjanos, olvídanos. Déjanos en este infierno...".
Al punto en que los ánimos estaban a tope, Saúl comienza un discurso concientizador sobre la situación de violencia qu se vive en el país, habla de los feminicidios y desapariciones hasta el insostenible clima de inseguridad que viven principalmente las mujeres. "Como hombres, nos avergüenza esto en lo que es partícipe nuestro género". Y da paso a un vídeo de una canción: Sin miedo, de Vivir Quintana, un momento emotivo.
La música de Caifanes regresa con Ayer me dijo un ave, a acompañada de imágenes de niños mexicanos. De ahí, Nunca te doblarás, "siempre estás ahí, tan libre como el sol"; Jaguares. ¡Saltan chispas de los monitores!
Caifanes dio paso a un nuevo tema, dedicado a las nuevas generaciones, "lo puedes lograr, porque no es Judas ni tampoco es Dios; eres Tú", presenta Saúl.
De ahí, todos de pie, demos paso al himno mayor: Viento. "Préstame tu peine..." Lo demás, es historia; Caifanes vive y el rock también.
Cuéntame tu vida, Mátenme porque me muero, Miércoles de ceniza, De noche todos los gatos son pardos, Aviéntame, Perdí mi ojo de venado... Asi se fue la noche. Siguió Afuera, con espectacular solo de batería y lucimiento de todos los músicos, y luego Aquí no es así. Ha hablado la voz de una generación... O varias. Y así, la noche llega a su ocaso: Nos vamos juntos.
Caifanes se despide en medio de la locura... Solo para hacer espacio a un par más: Hasta morir. La célula que explota y La negra Tomasa. La noche es mágica. La noche es única.
Lleno total.
Banda:
*Guitarra: Rodrigo Baills
*Bajo: Marco Rentería
*Batería: Alfonso André
*Teclados y saxofón: Diego Herrera
*Voz y guitarra: Saúl Hernández
(ÉRICK SOTOMAYOR)
