Obispos de otras entidades del país, cerca de un centenar de sacerdotes de las Diócesis de Torreón y Gómez Palacio, religiosas, ministros, autoridades civiles y laicos, se unieron para dar el último adiós a don José Guadalupe Galván Galindo.
Luego de que su cuerpo fuera velado durante dos noches y casi tres días en la parroquia de San José, ayer se celebró la misa exequial por su eterno descanso de don "Lupito " como lo llamaban sus amigos más cercanos, la cual presidió el obispo de la Diócesis de Torreón, Luis Martín Barraza Beltrán.
Monseñor estuvo acompañado por Alfonso Cortés, Arzobispo de León, Guanajuato; Juan María Huerta, Obispo Prelado de El Salto, Durango; Jorge Estrada, Obispo de la Diócesis de Gómez Palacio; y César Garza Miranda, Obispo Auxiliar de Monterrey, Nuevo León.
De forma previa a la eucaristía, el obispo Luis Martín leyó una carta que hizo llegar monseñor Luis Morales, quien fuera segundo obispo de Torreón, en las que recordó la vida y obra de don José Guadalupe Galván Galindo.
En la homilía, que estuvo a cargo del padre Ignacio Mendoza Wong, quien por años fue su director de Comunicación Social y vocero durante su Administración de la Diócesis, en un sentido texto al que dio lectura, recordó parte de la vida de monseñor así como sus acciones en los más de 17 años como obispo de Torreón.
EMOTIVA DESPEDIDA
La parroquia estuvo llena de personas que compartieron en algún momento de su vida con monseñor José Guadalupe, a quien al término de la eucaristía despidieron en medio de aplausos en tanto sacerdotes de ambas Diócesis de la región, empujaban su féretro hasta la salida del templo, para posteriormente cargarlo debido a las numerosas escaleras que se encuentran en la fachada y dejarlo dentro de la carroza que lo llevaría a su última morada.
En procesión y escoltados por elementos de Tránsito y Vialidad, una comitiva de sacerdotes y familiares de don José Guadalupe, se dirigió a la Catedral del Nuestra Señora del Carmen, patrona de la Diócesis de Torreón.
Ahí un grupo de ciudadanos esperaban su arribo para darle el último adiós, bajo los intensos rayos del sol, donde permanecieron hasta que se les permitió el paso.
Su restos fueron enterrados en la capilla del Santísimo ubicada al interior de la catedral, en donde también descansan los restos de quien fuera el primer obispo de Torreón, Fernando Romo Gutiérrez, quien falleciera en diciembre del 2007 a sus 92 años de edad.
Fue el obispo Luis Martín Barraza acompañado por el vicario general, José Luis Escamilla Estrada y un grupo de sacerdotes, religiosas y familiares de monseñor, quienes tuvieron acceso a la capilla, y quienes ofrecieron una oración por su eterno descanso.
El acceso para la ciudadanía inició a las 16:00 horas para que pudieran despedirse de Don José Guadalupe Galván, quien aunque fue regiomontano de nacimiento murió siendo un lagunero por adopción.
Fue en la parroquia de San José donde se ofició la misa exequial por don José Guadalupe Galván. (FERNANDO COMPEÁN)