Ayer fue presentado en la Ibero el documental 'Hidroarsenicismo: un problema de salud pública en la Comarca Lagunera'.
Investigadores explican la relación entre la ingesta de arsénico en el agua y el cáncer de piel. Aumenta hasta cuatro veces el riesgo de padecerlo, al exponerse a la luz solar y sube a 12 veces si las personas presentan verrugas.
Para visibilizar las problemáticas más acuciantes de La Laguna, en la Universidad Iberoamericana de Torreón, en conjunto con la unidad de Tijuana, se presentó el documental "Hidroarsenicismo: un problema de salud pública en la Comarca Lagunera", que forma parte de la serie Vida en Periferia, un proyecto interinstitucional entre la licenciatura en Derecho y el Centro de Comunicación Educativa, así como los laboratorios y talleres de estos centros de estudios.
Participaron investigadores de la región y se hicieron entrevistas a personas que han sido afectadas como problemáticas graves de salud derivadas del arsénico que han ingerido en el agua. El toxicólogo Gonzalo García Vargas señaló que el área urbana se consideraba "libre" porque los índices permisibles por la norma eran de 50 microgramos por litro hace algunos años, que luego bajó a 25 en México, y ahora la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de 10, pero esto solo se ha adoptado en los países más desarrollados.
Gerardo Jiménez, de Encuentro Ciudadano Lagunero, señaló que la región es un lugar crítico por la gran población que está en riesgo de salud por el hidroarsenicismo crónico regional. En Tlahualilo y el ejido Concordia, de San Pedro, se han detectado hasta 250 microgramos de arsénico por litro de agua.
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Estima de 250 mil a 400 mil afectados por esta cuestiónMigdy García, del Observatorio Socioambiental de la Ibero Torreón, señaló que el caso de La Laguna ha sido muy estudiado y traducido a múltiples idiomas en todo el mundo, pero no se han tomado soluciones debido a los intereses económicos que persisten por parte de los grupos que sobreexplotan el acuífero y que cada vez requieren extraer el agua de niveles más profundos. Jiménez indicó que los abatimientos han afectado la calidad del agua.
Entre los testimonios, los pobladores de Tlahualilo y Madero mencionan problemas de salud que han enfrentado, tanto ellos como familiares, algunos incluso les han costado la vida, por beber agua contaminada por un periodo prolongado, lo que deterioró mucho su salud.
Jiménez indicó que se ha detectado, por parte de los médicos, una conexión entre el arsénico y problemas graves de salud, desde cardiovasculares, cognitivos, incluso el cáncer. Señaló que el uso de agroquímicos en la agricultura durante más de medio siglo ha traído un severo problema de contaminación, a lo que se suma el arsénico.
Gonzalo García dijo que se ha observado que aumenta hasta cuatro veces el riesgo de contraer cáncer de piel si la persona ingiere agua con arsénico y se expone a la luz solar y sube a 12 veces si tienen verrugas.
Los pobladores mencionan muchos casos de personas que han tenido miembros amputados por consumir el agua contaminada.
Los investigadores denuncian que no hay un control en las extracciones, lo que deriva en la sobreexplotación, por la falta de medidores en los pozos, ya que la Conagua tiene tres inspectores para revisar 3 mil pozos, de modo que no hay capacidad institucional para hacerlo, por lo que han solicitado un sistema de medición más confiable, la Telemetría, que detiene la extracción de agua cuando llega al límite concesionado.
El director del proyecto fue Víctor Ramos, le acompañaron en el equipo Juan José Rojas, Juan Rodríguez, Alberto Rubio, Gustavo Vargas.
