La demanda de medicamentos en el Hospital General de Zona con Medicina Familiar (HGZMF) No. 16 del IMSS de Torreón ya rebasó la capacidad instalada en la farmacia.
En septiembre de este año se anunció una inversión de 63 millones de pesos en la rehabilitación de 21 de los 32 servicios de la clínica pero no se contemplaron adecuaciones en dicho espacio que se ha vuelto un verdadero "viacrucis" para la derechohabiencia que todos los días se aglomera para surtir sus recetas médicas. Ayer estaban operando las cinco ventanillas, pero no se daban abasto; hay ocasiones en que solo funcionan dos o tres y la situación se torna más crítica.
'PIERDO UN CHORRO COMO MAQUILERA'
María Cristina trabaja en una maquila y pidió permiso para acudir a la farmacia a surtir sitagliptina/metformina para tratar la diabetes mellitus y propranolol de 10mg para la presión arterial alta.
Ayer, la mujer llevaba dos horas formada y para ella, "tal parece que se quedará en promesa tener un sistema de salud como Dinamarca porque no se han puesto ni los cimientos. En el trabajo me dan permiso de venir a formarme para surtir el medicamento pero tardamos horas en entrar a la farmacia, pierdo un chorro como maquilera y luego todavía encomendándonos a Dios porque a veces pasa que llegamos a la ventanilla y resulta que no está disponible el medicamento".
Su narración no cambia mucho a la de otros derechohabientes. Se quejan de las horas que pasan formados para surtir sus recetas, de que no hay personal de salud que les informe previamente sobre la disponibilidad de distintas claves de medicamentos, de la infraestructura reducida que no alcanza ni para una malla sombra o toldo para cubrirse del sol o la lluvia y de supuestos malos tratos.
De hecho, en la puerta principal de la farmacia solo está un elemento encapuchado del Servicio de Protección Federal que controla el ingreso y la salida y que como puede, informa a la gente sobre la existencia del medicamento que aparece en su receta.
Valentina Reza Ríos, reside en Parras de la Fuente y ayer tomó el transporte público para llevar a su hija a consulta. Salieron de su domicilio a las 6 de la mañana, las atendió el médico y pasadas las 9 hicieron fila para surtir un medicamento controlado. A las 12:27 del día seguían formadas, sin desayunar y con rostros de desesperación.
Lo mismo sucedió con Manuela Pérez, residente de la colonia Residencial del Norte. "Adentro está lleno de gente, es un viacrucis aquí, haga frío o calor aquí tiene uno que estar porque necesitamos la medicina, que para la presión, que para la azúcar. La fila es la decepción, ya llevo dos horas aquí, esto es lo que le ha fallado al IMSS siempre, toda la vida. Uno por eso paga el Seguro, ellos sí rebajan bien puntualitos, pongan más personal y la farmacia por dentro porque hay gente de la tercera edad, que viene en sillas de ruedas, en andador y es muy cansado para ellos estar parados aquí afuera esperando. Queremos un trato digno", dijo.
PIDEN AGILIZAR OBRA
Para Gabriela, habitante del suroriente de la ciudad, otra solución es que el Seguro Social agilice la construcción de la Unidad de Medicina Familiar del ejido La Joya, pues con ello se desfogará la sobrepoblación que tiene la clínica No. 16 así como el HGZMF No. 18, ambos ubicados sobre el bulevar Revolución.
Esta obra tiene una inversión de más de 150 millones de pesos y se reanudó en este 2023, luego de más de cuatro años en pausa. Se estima que atenderá a unos 39 mil derechohabientes.
Se prometió para Torreón en mayo de 2009, por parte del expresidente de México de extracción panista, Felipe Calderón Hinojosa. Pero su construcción comenzó en la recta final del gobierno del expresidente priista Enrique Peña Nieto y se retomó en la administración del actual presidente de México, de extracción morenista, Andrés Manuel López Obrador.
Usuarios pasan horas formados
Surtimiento de recetas médicas, 'un calvario'.
*Ayer la fila para ingresar a la farmacia de la clínica No. 16 era muy larga. La derechohabiencia buscaba surtir medicamentos como diclofenaco, insulina glargina, amlodipino, pravastatina, miconazol, dapagliflozina, sitagliptina/metformina y losartán. Estaban abiertas las cinco ventanillas pero la gente avanzaba muy lento.
*La puerta principal de la farmacia se volvió un 'cuello de botella'. Regularmente hay dos filas a las afueras, una de ellas es para las personas de la tercera edad y con discapacidad que utilizan bastones, andaderas y sillas de ruedas.
Todos los días hay una gran cantidad de derechohabientes esperando para surtir sus recetas en la farmacia de la clínica No. 16 del IMSS; hasta ahora, no hay un proyecto para agilizar el servicio.