Fieles abarrotan templo de san Judas Tadeo en Torreón

Cientos de fieles devotos del también llamado “abogado de las causas difíciles”, abarrotaron desde la tarde del viernes la parroquia de San Judas Tadeo para estar presentes en su día.

El atrio de la parroquia ubicada en la colonia las Torres en Torreón, era una romería. Puestos de flores de cempasúchil de color amarillo y morado, así como de rosas rojas y blancas, de veladoras, de artículos religiosos y sobre todo de comida, daban la bienvenida a los devotos.

Entre algunas familias destacaban la vestimenta como la de San Judas, sobre todo en los niños, que portaban prendas de color verde y blanco.

Como María Guadalupe, quien vistió a su pequeña Regina de tres años de edad, como San Judas, en agradecimiento por los favores otorgados por su intercesión, pero también para pedirle por lo próxima operación que requerirá la pequeña en su brazo izquierdo debido a un mal congénito y que se realizará en noviembre.

“Mi suegra me hizo una manda porque me vi muy mal cuando nació. Fue un embarazo de alto riesgo, estuvo en riesgo mi vida y la de mi bebé”.

María Guadalupe ya era devota de san Judas Tadeo, pero con el caso de su hija reafirmó su devoción.

Y es que recordó que hace 15 años, fue detectada con cáncer en la matriz, del cual salió bien librada y nunca más regresó la enfermedad.

Otro pequeño que también lució con una túnica blanca y verde, fue el pequeño Yosmar, cuya madre Ashley, lo llevó a dar gracias por su vida, ya que antes de nacer, el cordón umbilical se le había enredado en el cuello además de que venía “sentado”, según explicó la joven madre.

Ante tal panorama, el pequeño tuvo que nacer de emergencia vía cesárea y con un mes de anticipación.

Su abuela Guadalupe, comentó que su devoción ahora es mayor, pues un par de años atrás, también pidió por otros de sus nietos, que nació de siete meses de gestación, por lo que tuvo que estar más de una semana internado, y el diagnóstico no era muy alentador. Pero ahora todo está en un mal recuerdo, pues el pequeño goza de completa salud.

A las afueras del templo, también se pudo ver al padre Eduardo Anaya, esparciendo agua bendita sobre las cabezas de los fieles que así lo pedía, así como bendiciendo imágenes de San Judas.