El cardenchero don Antonio Valles Luna recibió sus funerales este lunes, en el patio de su casa, a un costado de la iglesia de Sapioriz. Fallecido la mañana del domingo 26 de febrero, a la edad de 89 años, representó al canto cardenche por distintas latitudes del país, así como en Francia y Estados Unidos.
Ausentado de los Cardencheros de Sapioriz por más de cinco años debido a un problema de salud, don Antonio es recordado por fungir como la voz fundamental del grupo, aquella en cuya tesitura recae el fluir de la melodía.
Alrededor de las 11:00 horas, los cardencheros don Guadalupe Salazar, doña Ofelia Elizalde e Higinio Chavarría, llegaron a la vivienda para compartirle, por última vez, lo mejor de su repertorio a don Toño, en un acto que se ha vuelto tradición al momento de despedir a uno de los suyos.
El cuerpo de don Toño descansó bajo la sombra de un tejaban, en un féretro dorado colocado sobre la tierra. Debajo se trazó una cruz de cal. Encima habitaron flores y una fotografía del difunto, en la cual aparecía con una camisa a cuadros azules y su inseparable sombrero. Los dolientes, entre familiares, amigos y habitantes del pueblo, lo acompañaron a su alrededor sentados en sillas rojas y bancas de madera.
Pasadas las 14:30 horas, el tráfico de dolientes aumentó, y con ello el arribo de más arreglos florales (entre los que destacó el enviado por Esteban Villegas Villarreal, gobernador del Estado de Durango) con rosales, girasoles, lilums y cempasúchil blanco, entre otras flores que custodiaron con su colorido.
Durante el transcurso de la tarde, sus mismos familiares reproducían canciones de los Cardencheros de Sapioriz, gracias a las cuales la voz de don Toño pudo escucharse a través de una bocina. Así resonaron piezas como A morir a los desiertos o Al pie de un árbol, mientras el olor a leña quemada comenzaba a poblar el patio, pues se prepararía discada para la comida.
A las 16:00 horas, un conjunto norteño, entre acordeón, saxofón, bajo y batería, llegó para emitir canciones como Un puño de tierra, Me refiero a ti o Cruz de madera. Los familiares, entristecidos, comenzaron a despedirse de don Toño, antes de que el féretro fuera subido a una camioneta con elfin de trasladarlo a la iglesia, cuyas campanas ya replicaban para la misa de cuerpo presente.
"Perdemos mucho, porque nos enseñó todo lo que significa el canto cardenche, toda la historia, su historia en torno al canto”, Higinio ChavarriaIntegrante de los Cardencheros de Sapioriz.
PRESERVAR LEGADO
Fue aproximadamente a las 17:30 horas cuando el cuerpo de don Toño entró al atrio del templo. Allí, cargado por los hombres de su familia, fue recibido por el padre, quien bañó el féretro con agua bendita antes de que este entrara al recinto para ser cubierto de rezos y oraciones.
A la misa acudieron el resto de cardencheros, entre ellos Higinio Chavarría, sobrino del también difunto cardenchero Genaro Chavarría, quien aseguró que la partida de don Toño significa una gran pérdida. “Perdemos mucho, porque nos enseñó todo lo que significa el canto cardenche, toda la historia, su historia en torno al canto. Y fue mucho… su voz, las letras, sus interpretaciones y, sobre todo eso. Es una gran pérdida para el género y para la comunidad”.
Acompañado por Marely y Jasiel, dos jóvenes sapioricenses interesados en preservar y difundir el canto de sus antepasados, aseguró que la supervivencia del género aún tiene esperanza gracias a las nuevas generaciones y que, posiblemente, entre a una nueva etapa. “Habrá una nueva era en el canto cardenche, un canto nuevo, un canto tal vez evolucionado, transformado, porqué sí hay jóvenes interesados. Ellos que me acompañan están ahorita interesados, bajita la mano y pues, ahí la llevamos”.
Tras la misa, don Antonio fue acompañado a pie por los dolientes, para darle sepultura en el panteón de Sapioriz, ubicado a las afueras del pueblo.
En ese camposanto también descansan otros cardencheros como don Genaro Chavarría y don Fidel Elizalde.
“Particularmente, don Toño nos platicó cómo la voz de los sapioricenses era reconocida a nivel Comarca Lagunera, tanto que los nombraron los cenzontles del Nazas. Así los llamaban a los cantantes o a los cantores de Sapioriz. Y creo que, no por nada, la voz de don Toño fue muy dulce, muybonita, por eso hay que recordarlo”, cerró Higinio Chavarría.
Entre canto cardenche y música norteña, esta comunidad lerdense dio el último adiós al cardenchero de 89 años de edad (EL SIGLO DE TORREÓN/SAÚL RODRÍGUEZ)
