Los trabajadores sindicalizados de las dos plantas de Altos Hornos de México tomaron acciones radicales por la falta de ingresos. Nuevamente, cerraron el suministro de gas a dos departamentos que siguen operando, si se apagan sus hornos, AHMSA se convertirá en chatarra, pero los obreros tienen dos meses sin ingresos y decidieron arriesgarse y presionar a los accionistas para que inyecten recursos para cubrir los sueldos de los 17 mil empleados del corporativo.
La industria les debe ocho semanas de sueldo a los obreros de Monclova, y en sus hogares la crisis los alcanzó. No tienen ingresos ni para cubrir los gastos más básicos.
El lunes por la tarde convocaron los manifestantes a realizar actos de protesta que no prosperaron, pero por la noche concretaron una acción, cerraron la entrada a la Siderúrgica 2, permitiendo la salida de los trabajadores del turno de segunda, pero no dejaron entrar a quienes llegaron de tercera.
Por la mañana, quemaron llantas en la entrada de la empresa y cerraron la avenida Industrial y la calle Huemac, que conducen a la siderúrgica.
En la Planta 1 los manifestantes cerraron nuevamente el acceso a la Coquizadora. El 25 de abril pasado ya habían realizado esta acción. La medida de presión sirvió, porque de apagarse el Horno 5 y la Coquizadora los daños serían catastróficos e irreversibles y la metalúrgica les pagó una parte de lo que les debía, para que permitieran la entrada del carburante.
Este martes cerraron el área para impedir que se le suministre el gas necesario para que sigan operando los hornos y estufas de la fundición.
El reclamo de los obreros es el pago de ocho semanas de sueldo, del ahorro de 2022, del medio ahorro de 2023, de las retenciones especiales de ayuda y hasta exigen utilidades, entre otras prestaciones contractuales que les debe AHMSA desde diciembre pasado.
En la Planta 2 los obreros cerraron el suministro de gas al Horno 5, para presionar igual que sus compañeros de la Siderúrgica 1. Si la empresa no consigue recursos en las próximas horas, los equipos metalúrgicos de las dos plantas colapsarán y la industria perderá su valor al desaparecer su capacidad de producción.
SIN DINERO
Francisco Ríos Treviño, secretario general de la Sección 288, titular del Contrato Colectivo de Trabajo de la Planta 2 de AHMSA, dijo que los obreros ya no tienen dinero qué llevar a sus casas para el sostenimiento familiar.
Decidieron ellos, como colectivo de trabajadores y no como sindicato, paralizar los únicos equipos de AHMSA que no deben ser apagados porque su puesta en operación tardaría años y costaría millones de dólares. Es la suspensión de gas la única forma que les quedó para presionar y para exigir lo que por ley les corresponde: ocho semanas de sueldo trabajadas, premios de puntualidad, el ahorro y otras prestaciones contractuales y retenciones de su nómina, explicó Ríos Treviño.
Los obreros de AHMSA no tienen ingresos ni para cubrir los gastos más básicos.
