Un noche en Torreón bastó para que Ana Torroja estremeciera a miles de laguneros con su voz de sirena. No hay duda, a ellos, les costará tanto olvidarla…
La "fuerza del destino", trajo una vez más a la exintegrante de Mecano a la Comarca Lagunera. El Teatro Nazas fue el recinto que la recibió dentro del marco de su gira Volver, que la ha llevado a "girar" durante tres años por diversas ciudades de México y el mundo.
Ana hizo una especial conexión con los asistentes, a quienes deleitó con éxitos de Mecano, de su carrera en solitario y piezas recientes como Hora y cuarto.
Las puertas del Nazas abrieron a las 8:00 de la noche y así comenzó el desfile de fanáticos de la cantante. Abdon Herrera, de Gómez Palacio, traía un disco LP de Mecano y es que tenía la esperanza de que la española se lo firmara.
"Ana es excepcional. Un talento como pocas. Su legado y por ende el de Mecano seguirá por siempre. Al terminar el concierto, voy a ir a la parte de atrás del teatro, para ver si logro saludar a Ana y que me ponga su rubrica en el LP, es el de Aldalai de 1991", dijo a este diario.
Con boleto en la segunda fila que le costó bajarle a sus gastos durante cerca de tres semanas, Rosa Estela Cardoza contó a El Siglo cómo nació su gusto por Mecano.
"Mi hermano tenía los discos y me heredó el gusto. Mecano siempre estuvo adelantado a su época. Fueron parteaguas de muchas cosas en la música. Ana, por su parte, ha hecho cosas fascinantes de solista".
Siendo las 9:15 de la noche; Ana apareció en el escenario. Con su torneada figura, cabello rubio y muchas ganas de complacer a sus fans a sabiendas de que ella disfruta cada concierto como si fuera el último, inició su show.
Cuatro referencias de Mecano: El cine, Ay que pesado, Me colé en una fiesta y Hoy no me puedo levantar, fueron las primeras "estrellas" musicales de la noche.
"Buenas noches Torreón. Me siento contenta de volver a la Comarca Lagunera. Hoy -ayer- haremos un viaje en el tiempo con varias pasadas en el presente", dijo Ana.
Los espectadores corearon dichas canciones y enseguida, Ana entregó clásicos de su carrera solista: A contratiempo y Ya no te quiero, que llevaron a la gente a sentir ese desamor que alguna vez nubló sus vidas, pero luego llego una explosión de amor con Corazones.
Cuando sonaron los primeras estrofas de Cruz de navajas, composición de José María Cano para el disco Entre el cielo y el suelo, gran parte de las almas que se dieron cita en el Nazas se emocionaron y cantaron con Ana, de principio a fin, la melodía que ofreció con arreglos distintos a su versión original.
Tocó el turno a Como sueñan las sirenas, del disco de Torroja, Puntos cardinales (1997), y minutos después, la rubia volvió a evocar a Mecano gracias a El 7 de septiembre, canción que nunca pasa de moda, sobre todo cuando llega el "Mes de la patria".
Teniendo de cómplices a cuatro músicos, la marquesa de Torroja (Título real que obtuvo en 2021 tras la muerte de su padre José Antonio Torroja) no sólo cantó, también bailó al ritmo de ciertas canciones de su "set list" como Los amantes.
La española compartió el tema 20 mariposas y al final de la melodía, pidió a los laguneros ser libres: "Torreón, vuela alto", le dijo a su público.
La piel se le puso chinita a los laguneros en el momento en el que sonó Mujer contra mujer. Las emociones de los presentes continuaron desbocadas a consecuencia de Aire y La fuerza del destino.
La cantautora continuó intercalando tracks del desaparecido grupo Mecano como Hijo de la luna y de su andar de solista, también sonaron Llama y Hora y cuarto.
(EL SIGLO DE TORREÓN/ Vayron infante)