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ADRIANA VARGAS

Las series y películas argentinas están cobrando un mayor interés en las plataformas de streaming en México, lo cual es una buena noticia ante la invasión cultural norteamericana que hemos vivido durante mucho tiempo y que nos alejó de ver cine y series en nuestro idioma.

La serie Envidiosa está cautivando en Netflix a las espectadoras que nos identificamos con personajes que rondan los 40 años, porque en las expectativas de vida de una mujer a esa edad pasan los temas: casarse, tener una casa linda, hijos, un marido “muy hombre”, tener una vida social, una profesión sobresaliente, etcétera. 

La crisis de los 40 años y la presión social que enfrentan las mujeres está reflejada de una forma sencilla, divertida y con un humor inteligente, que toca temas como el feminismo, la sororidad, el embarazo en la edad adulta, el divorcio, la independencia femenina y la importancia de la terapia psicológica.

El personaje de Victoria, interpretada por la actriz Griselda Siciliani, nos presenta a una mujer con una crisis emocional por la separación de su pareja, con quien pretendía casarse y formar una familia, una obsesión que vive con intensidad para no repetir su historia personal: la separación de sus padres y el abandono de su papá.

Algo atractivo de esta serie es cómo presenta un humor inteligente, más real, con el que uno se puede identificar de una manera más cercana que el de otras series, tan alejadas de nuestra realidad social: la de Latinoamérica. Porque compartimos cultura, historia y hasta los efectos de la crisis y la corrupción, todos los países de esta región del mundo.

No obstante el entorno económico y social que vivimos en América Latina, una serie como Envidiosa nos lleva a recordar el humor que nos ha caracterizado y en el que tanto mexicanos como argentinos, hemos aprendido a reírnos de nosotros mismos. 

Esta comedia refleja distintas problemáticas de las mujeres de alrededor de los cuarenta y aun cuando su finalidad es provocar humor, también despierta una reflexión sobre los estándares de vida que muchas mujeres se obligan a cumplir.

La historia de Victoria nos muestra cómo una mujer puede alcanzar la independencia económica, tener una estabilidad laboral, una profesión, pero si no logra casarse y formar una familia, su vida está incompleta. 

La serie es además atractiva por el lenguaje de los personajes, que nos da una probadita de la cultura argentina y sus costumbres, nos regala aspectos interesantes de su estilo de vida.

Escribo esta columna cuando además leo textos de Leila Guerriero, una escritora y periodista argentina que tiene un estilo que va de lo cotidiano a una profunda reflexión existencial. Bienvenida la literatura, el cine y la televisión argentina.

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