El pasado lunes 29 de julio, en el Citizens Bank Park, casa de los Filis de Filadelfia, se vivió uno de los momentos (y que quede claro desde mi punto de vista muy particular), más ridículos de lo que uno puede ver, ya que, en la parte alta del octavo episodio y con una ventaja de ocho carreras para los Yankees de Nueva York, al mánager de la novena local, Rob Thomson, se le ocurrió enviar a lanzar al cátcher suplente del equipo, Garrett Stubbs, como una muestra de falta de respeto para los aficionados.
O al menos eso pienso yo, ya que, como todos sabemos, este deporte nos ha enseñado a lo largo de los años que se han visto regresos inusuales y aunque muchos piensan que eso también lo hace el japonés Shohei Ohtani, la diferencia es que, el pelotero asiático es el beisbolista más completo y a pesar de que toda esta temporada 2024 ha estado trabajando como bateador designado, en su paso con los Angelitos, tanto bateaba como lanzaba, y muestra de ello fue lo que realizó en el pasado Mundial de Beisbol.
Es evidente que parecía un concurso del derby de cuadrangulares, ya que el receptor de 31 años lanzaba pelotas con una velocidad de 61 millas por hora, lo que se percibía como una burla también para los Mulos de Manhattan, ya que el único que aprovechó la oferta fue el antesalista Jazz Chisholm Junior, que tenía días que llegó a la Gran Manzana procedente de los Marlines de Miami y la depositó detrás de la barda.
Las Grandes Ligas nos han dado ejemplos de que las cosas se tienen que hacer de una manera perfecta, y han colocado reglas que han servido para que todos los peloteros tengan mejor disciplina, tales son los casos recientes de Julio Urías y Trevor Bauer, que por andar haciendo a los valientes, se ve muy complicado que vuelvan a pisar un diamante de la Gran Carpa.
Sin embargo, hay cosas que uno no entiende acerca de todo esto, ya que, como todos sabemos, lo que sucedió en la Serie Mundial del 2017 nunca hubo un castigo ejemplar para los Astros de Houston y jugadores como Altuve, Correa, el mismo mánager A.J. Hinch, andan como si nada o como el mismo estratega de los Medias Rojas, Alex Cora, que, en ese año, era parte del cuerpo de entrenadores de la organización texana.
Pero al margen de todo esto, en el transcurso de esta semana y de todos los que nos apasionamos por “El Rey de los Deportes”, estábamos al pendiente de los últimos movimientos de los equipos de cara a la parte final de la actual temporada, donde primero y tal vez más sobresaliente, fue la llegada de Randy Arozarena a los Marineros, procedente de las Rayas, donde estaba muy fuerte el rumor de que el pelotero que representó a México en la pasada edición del Mundial de Beisbol, aterrizaría con los Dodgers.
Los Cardenales, con un diferencial de carreras negativo y habiendo perdido un par de series seguidas, llegaron a la fecha límite en la lucha por el comodín de la Liga Nacional, pero con tres agujeros evidentes, ya que les faltaba un lanzador abridor, necesitaban ayuda en el bullpen y son terribles contra los lanzadores zurdos. Aparentemente salieron y llenaron los tres huecos sin ceder mucho de lo que extrañarán este año, o incluso en el futuro, donde Erick Fedde es uno de los tres lanzadores abridores principales transferidos en la fecha límite, y que también firmó para el año que viene lo mismo que Tommy Pham, que, a la edad de 36 años, todavía aplasta a los zurdos.