Ganaderos de Coahuila enfrentan pérdidas millonarias por cierre fronterizo sanitario
Ganaderos de Coahuila reportaron pérdidas de hasta 10 mil pesos por becerro, debido al cierre de la frontera con Estados Unidos, tras detectarse la introducción de ganado de contrabando con enfermedades exóticas.
Este cierre afecta directamente a los productores del norte del país que cumplían con todas las normas sanitarias, declaró Arturo Valdés Pérez, ex presidente de la Asociación Ganadera de Coahuila.
La exportación de ganado bovino es una de las principales actividades económicas del estado, con un promedio anual de 60 mil cabezas exportadas. Sin embargo, la medida impuesta por las autoridades estadounidenses ha dejado varados a miles de animales en la frontera, listos para cruzar.
“En este trimestre, entre noviembre y enero, es cuando más exportamos. Ahora tenemos de 20 mil a 30 mil cabezas que no podrán pasar, afectando gravemente nuestra economía”, señaló el productor.
Contrabando y enfermedades, las causas del cierre
El cierre fue provocado por la introducción irregular de ganado desde el sur de México, en su mayoría proveniente de Guatemala, según explicó el ganadero. “El problema es que se está pasando una cantidad desmedida de ganado de contrabando, trayendo enfermedades que no son de México. Esto afecta nuestra capacidad para cumplir con los estándares exigidos por Estados Unidos”, afirmó.
Valdés Pérez destacó que el mayor daño recae en los pequeños propietarios y ejidatarios, quienes dependen de la exportación para sostenerse. “Estamos pagando justos por pecadores. Por culpa de unas cuantas engordadoras grandes que importan ganado irregular, todos estamos sufriendo”, agregó.
Escenario crítico para los productores
El impacto económico es considerable no solo para los ganaderos, sino también para la economía estatal y federal, al perderse divisas generadas por la exportación. Además, los costos de mantener a los animales varados, incluyendo forrajes y alimentación, incrementan las pérdidas.
Las negociaciones entre el gobierno mexicano, la Confederación Nacional Ganadera y las autoridades estadounidenses avanzan lentamente. Según estimaciones, la frontera podría reabrirse en enero, aunque esto dependerá de la implementación de nuevas revisiones sanitarias impuestas por Estados Unidos. Sin embargo, en caso de retrasos adicionales, los ganaderos enfrentan un panorama devastador. “Si no se resuelve en los próximos meses, las pérdidas serán incalculables”, concluyó el entrevistado.
Las autoridades y productores afectados esperan una pronta solución para mitigar las consecuencias económicas de esta problemática que afecta a toda la región.
