El gobernador de Coahuila, Manolo Jiménez Salinas, declaró que la decisión en el tema de salud no puede ser “a bote pronto” por lo que el Estado tiene que evaluar cómo funciona el programa del Instituto Mexicano del Seguro Social para el Bienestar (IMSS-Bienestar), destinada a las personas sin régimen de seguridad social. Dijo que el tema lo ha platicado con el director general del IMSS, Zoé Alejandro Robledo Abur, así como con Javier Guerrero García, director de Operación y Evaluación en dicha institución médica.
“Esperemos que funcione muy bien y si es así le vamos a entrar pero, no queremos que vaya a tener broncas como las tuvo el Insabi, porque imagínense que estemos metidos en ese tema y luego se tenga alguna falla por alguna razón y nos dejen colgados de la brocha y no tengamos recursos para el tema de salud, tendríamos un problema social muy fuerte”, expuso.
El mandatario estatal pidió a los cerca de 600 trabajadores de la salud eventuales, que fueron contratados durante la pandemia por COVID-19 por el extinto Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), que no se preocupen y “que tengan la seguridad que van a tener trabajo” después de que concluya su contrato con la Federación, el 30 de junio de 2024.
“Yo ya me puse de acuerdo con el IMSS, unos a lo mejor se quedan en el IMSS, otros se quedan en el Estado, otros a lo mejor se van a los sectores de Salud de los municipios, nosotros vamos a ofrecer chamba, entre el IMSS y nosotros ni uno se va a quedar sin oportunidades. Ahorita les empezaron a ofrecer oportunidades aquí o en otros estados pero eso es ahorita, para solucionar el tema ahorita, pero para finales del mes de junio les vamos a decir: A ver, el Estado tiene estas plazas, el IMSS tiene estas plazas, el ISSSTE a lo mejor tiene estas plazas y bueno, va a ver chamba. Díganles por favor que no se preocupen, que nos vemos en junio”, sostuvo.
Como se recordará, el IMSS-Bienestar llamó a ocho gobiernos estatales de oposición, entre ellos Coahuila y Durango, a ofrecer una propuesta para la basificación definitiva de trabajadores de la salud que tenían contratos eventuales con el desaparecido Insabi.
Estas entidades no se sumaron a la federalización del sistema de salud y el gobierno federal señaló que no participarían en el proceso de basificación del personal, además de que oportunamente conocieron la imposibilidad de seguir recibiendo apoyos federales en materia de recursos humanos, infraestructura, medicamentos y equipamiento médico, en el entendido de que ellos se harían cargo de manera directa. Al personal de salud de las ocho entidades, el IMSS-Bienestar también les ofreció reubicarse a estados donde sí se sumaron al convenio; con ello tendrían asegurado un espacio y una base a través de dicho esquema.
Gobernador de Coahuila promete trabajo a médicos eventuales
