Inevitable calentamiento
El 2023 fue el año más caluroso en la historia reciente de la Tierra. La temperatura promedio de la superficie del planeta estuvo 1.2 grados Celsius arriba del promedio de 1951 a 1980, que la NASA utiliza como referencia. “El informe de la temperatura global de la NASA (National Aeronautics and Space Administration) y la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration) de Estados Unidos confirma lo que miles de millones de personas alrededor del mundo experimentaron el año pasado: estamos frente a una crisis climática”, ha declarado Bill Nelson, administrador de la NASA. “Desde calor extremo a incendios forestales hasta el aumento del nivel del mar, podemos ver que nuestra Tierra está cambiando”.
Sí, la temperatura global ha alcanzado niveles no registrados en tiempos recientes, pero eso no significa que no haya sido más alta en otros períodos remotos. La temperatura del planeta tuvo sus niveles más elevados en los primeros mil o dos mil millones de años después de su formación, cuando era una masa ardiente que se enfriaba de manera gradual, pero incluso después hubo períodos mucho más calientes que el actual, como el neoproterozoico hace 800-600 millones de años o el período de hace 500-250 millones de años, que fue también extraordinariamente caluroso. En los últimos 100 millones de años, el período cretácico de invernadero, hace 92 millones de años, alcanzó temperaturas muy elevadas, y lo mismo el máximo térmico del paleoceno eoceno de hace casi 56 millones de años. Pero eran tiempos en que no había humanos en el planeta.
La diferencia hoy es que el cambio de temperatura, que nos ha llevado a niveles cercanos a 1.5 grados arriba del nivel previo a la era industrial, ha sido muy rápido y ha sucedido como consecuencia de la emisión de gases de efecto invernadero por la actividad del ser humano. Estamos alcanzando ya los niveles que el Panel Intergubernamental de Cambio Climático de la ONU y el Acuerdo de París consideraban como el punto de no retorno.
¿Significa esto que la Tierra se va a acabar o, por lo menos, la vida humana? No, esto es falso, aunque según las encuestas lo cree la mitad de la población del mundo. El calentamiento global traerá muchos cambios, como mayores sequías en algunos lugares y mayores lluvias en otros, derretimiento de glaciares, aumento del nivel de los océanos, olas de calor más intensas, pero inviernos más suaves. El calentamiento global lo estamos notando ya en nuestro país, donde hemos tenido uno de los veranos más calurosos que recordamos y una sequía que dura ya dos años.
Este calentamiento tendrá costos económicos, sin duda, pero también beneficios. Bjorn Lomborg, presidente del Copenhagen Consensus Centre, señala en su libro False Alarm: “La ONU espera que para el año 2100 la persona promedio gane el 450 por ciento del ingreso de hoy. El clima reducirá esto a 434 por ciento, lo cual es un problema, pero no el fin del mundo”.
Es muy claro que la humanidad debe reducir de manera importante sus emisiones de gases contaminantes. Pero aun si hoy se cortaran de tajo todas las emisiones, lo cual produciría un brutal colapso económico que generaría hambre y la muerte de cientos de millones de personas, el planeta no dejaría de calentarse a lo largo de las próximas décadas. Lo que tenemos que hacer como sociedad es tomar medidas que mejoren el nivel de vida de la población. El cambio climático es inevitable, pero las comunidades con más recursos enfrentarán mejor los problemas consecuentes, como los huracanes o las sequías.