Bajo la sombra de las góndolas del Teleférico de Torreón, se encuentra un pequeño puesto que ha sido un oasis para los laguneros durante casi cuatro décadas: las tradicionales aguas de la Treviño. Aunque la temporada alta de calor aún no llega, este lugar es visitado concurridamente por clientes fieles en busca de un litro de agua fresca, un vaso de fruta o algún antojo como frituras acompañadas de salsa, repollo y crema.
Ricardo, el encargado de este negocio familiar, cuenta que hace casi 40 años su padre, Alfonso Ruiz, comenzó vendiendo tunas. Con el tiempo, ampliaron su oferta a vasos de frutas y luego a las populares aguas frescas, que se han convertido en las preferidas de muchos transeúntes de este sector de la ciudad debido a su calidad y preparación cien por ciento natural. "Son las favoritas porque llevan mucha fruta, están hechas con mucha fruta y eso es lo que le da la calidad" comentó Ricardo.
Con sabores como limón, pepino, jamaica, horchata, mango y más, las aguas frescas de la Treviño son un deleite para el paladar.
El puesto abre sus puertas desde las siete de la mañana hasta las nueve de la noche, todos los días de la semana, donde los fines de semana son los más concurridos.
Actualmente, Ricardo, sus hijos, un sobrino y un hermano, continúan con la tradición de su padre. Desde los 11 años, Ricardo ha estado involucrado en el negocio familiar, acumulando casi dos décadas de trabajo. Su mayor satisfacción es ver cómo este trabajo ha permitido a su familia salir adelante y brindar oportunidades de estudio a sus hermanos, uno de los cuales es ingeniero químico y aporta sus conocimientos para crear nuevos sabores y seguir conquistando a los clientes.
A lo largo de los años, estas aguas frescas han sido disfrutadas por muchos laguneros, e incluso visitantes extranjeros y personalidades famosas como el portero argentino Agustin Marchesín.
El gran sueño de Ricardo es que sus hijos continúen esta tradición, utilizando el negocio como una fuente para pagar sus estudios y alcanzar sus profesiones. "A mí en lo personal me gustaría que mis hijos salgan adelante, que ya no se dediquen al cien por ciento a esto, solo sea un apoyo para que ellos trasciendan en otra cosa".
Agradecido con sus leales clientes, hace una invitación abierta a todos para que disfruten de los sabores únicos y tradicionales de las aguas de la Treviño. (VERÓNICA RIVERA / EL SIGLO DE TORREÓN)