Mitos comunes de la incontinencia urinaria
La incontinencia urinaria, definida como la pérdida involuntaria de orina, es una afección que afecta a una proporción significativa de adultos mayores.
Aunque puede ser una consecuencia común en el envejecimiento, este trastorno es más complejo y tiene diversas causas que deben ser comprendidas y tratadas adecuadamente para mejorar la calidad de vida de los pacientes, independientemente de la edad en que se encuentren.
Como todos los padecimientos y la desinformación que a veces existe, hay algunos mitos que acompañan esta afección.
“Todas las personas mayores padecen incontinencia urinaria”
En términos simples, la incontinencia urinaria ocurre cuando los músculos que controlan la vejiga y la uretra no funcionan de manera óptima, lo que lleva a la pérdida de control sobre el flujo urinario. En los adultos mayores, este problema puede surgir por una combinación de factores físicos, funcionales y emocionales.
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Aceptar y hablar de la pérdida ayuda a afrontar el duelo durante la tercera edadEl aumento de la edad no es un factor determinante de padecer la incontinencia urinaria, pero entre las principales causas se encuentran el debilitamiento de músculos del suelo pélvico, cambios en la estructura de la vejiga y la disminución de la capacidad de la vejiga para almacenar orina.
“La menopausia causa incontinencia urinaria”
Una de las causas más comunes en los adultos mayores es la debilidad del esfínter uretral, el músculo que ayuda a mantener la orina en la vejiga. Esta debilidad puede ser resultado de múltiples factores, incluyendo el debilitamiento muscular natural con la edad, o condiciones médicas como la diabetes y enfermedades neuromusculares.
Además, las alteraciones hormonales, en particular en las mujeres posmenopáusicas, pueden contribuir a la incontinencia urinaria al afectar la elasticidad y la tonicidad de los tejidos vaginales y uretrales.
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Los hombres pueden perder hasta cinco centímetros de altura mientras que las mujeres hasta ocho“La incontinencia urinaria puede estar relacionada con otras enfermedades”
La incontinencia también puede estar relacionada con problemas médicos como infecciones del tracto urinario, que irritan la vejiga y provocan necesidad frecuente y urgente de orinar. Los medicamentos que alteran el equilibrio de líquidos en el cuerpo o que tienen efectos secundarios sobre la vejiga también pueden exacerbar el problema.
Por otro lado, trastornos neurológicos, como el Parkinson o el accidente cerebrovascular, pueden afectar los nervios que controlan la vejiga, dificultando su funcionamiento adecuado.
