¿Qué es y cómo identificar la ansiedad?
La ansiedad es caracterizada como un miedo, una preocupación muy intensa que generalmente causa síntomas físicos como taquicardia, temblores, mareos, vómitos y sudor.
Generalmente es una preocupación de algo que pueda pasar, pero completamente no se sabe qué, pero se siente que la persona está fuera de control.
Sus síntomas están ampliamente establecidos en la cotidianidad actual. La psicóloga Paola Enríquez menciona como ejemplo algunos contenidos de internet que suelen mencionar la ansiedad, término que se ha vuelto popular en los últimos años. Sin embargo, suele confundirse con otras situaciones.
La egresada de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED) explica cómo identificarla, diferenciarla y algunas formas de tratarla.
La cotidianidad
La especialista dice:
"Es como este meme de ‘prepárate, porque algo va a suceder, pero ¿qué va a suceder? Prepárate porque algo va a suceder, pero ¿qué va a suceder? Prepárate’”.
Entre los síntomas más notorios y conocidos, la profesional de la salud mental destaca el cansancio, la falta de concentración y un permanente estado de alerta.
“La ansiedad, sobre todo, se deriva de esta preocupación de que va a pasar algo que está fuera del control, primeramente, porque no se identifica qué es, pero hay que estar listo”.
Diferencias con estrés
“En el estrés ya está identificado un detonante. En la ansiedad también hay un detonante, pero el estrés es: ‘tengo mucho trabajo, tengo que hacer un examen mañana’, y hasta el estrés físico, si corrí mucho y estoy muy cansado, que se me juntaron varias cosas con sobre estimulación sensorial. Ése es el estrés. No es lo mismo que la ansiedad. Ansiedad es un estado de miedo y de alerta que básicamente provoca unas alteraciones físicas fuertes.
“El hecho nada más de preocuparte por algo, como pensar qué se va a decir en una llamada telefónica, es algo normal, no raya en la ansiedad. La ansiedad es más compleja que eso, porque están todos estos síntomas y generan “incapacidad” para realizar ciertas actividades. Es decir, es algo que llega a impedir que te concentres, que te muevas o que hagas algo”.
La psicóloga diferencia entre no querer hacer esa llamada, como ejemplo, y no poder hacerla porque hay un impedimento físico.
La fantasía y el estado de alerta
“La ansiedad puede tener un detonante externo real y puede tener también detonantes internos que se amarran con fantasías o preocupaciones, que vienen desde antes en la persona”.
Enríquez menciona que mantenerse en un estado de alerta para algunas situaciones o entrar en un ataque de ansiedad, por ejemplo, en casos como terremotos o balaceras, puede detonar estas sensaciones y pensamientos que son una respuesta natural. El problema llega cuando el estado de alerta se mantiene activo a pesar de que ha pasado el tiempo.
“Ya una vez pasada la situación fuerte, pero que continúen las reacciones, ya estamos hablando de algo anormal, porque en realidad no está pasando nada que atente o ponga en riesgo la vida de la persona.
“Hay personas que realmente se les va de las manos, en donde ya vemos este trastorno de ansiedad con ataques constantes y se vuelve algo que les impide llevar una vida normal, funcional, que sean capaces de decir: ‘voy a poner en pausa mi ansiedad un poco y ya cuando termine mis actividades me pongo a analizar por qué o si en este momento necesito mi espacio, me voy a tranquilizar físicamente, voy a buscar una solución’, para ya luego ponerse a analizar qué es lo que pudo haber detonado esa preocupación”.
La confusión
Principalmente, se suele confundir el estrés, la ansiedad y la angustia, pero existen diferencias entre ellas.
“El estrés es por una situación real y la ansiedad es por una situación no localizada relacionada con una fantasía interna, un miedo o un trauma, pero no identificado. La ansiedad se caracteriza por la incertidumbre. Sabe lo que va a pasar, está fuera de nuestro control, es lo que más nos pone ansiosos”.
¿Qué acciones tomar?
“Lo más importante con las personas con ansiedad primero es calmar los síntomas. Si es un ataque de ansiedad, hacer lo pertinente con las diversas técnicas para calmar. Después, ahora sí, ver qué es lo que está realmente preocupando más allá la persona para que lo pueda localizar y se puede hacer algo al respecto, pues lo que caracteriza también es que sienten que no se pueden proteger ante un miedo que pueda ocurrir.
“Lo más importante para una persona ansiosa, pues es darle sentido de realidad o la certeza de que ahorita no está pasando nada en el momento en el aquí y ahora, no está pasando nada. Es parte de la contención emocional que pueda reconectarse con que hay que hacer cosas aquí”.