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Riesgos

Yamil Darwich

Daniel Kahneman, psicólogo conductista, ha dedicado su vida a la investigación científica y la docencia en destacadas universidades; ha escrito "Pensar rápido, pensar despacio", texto que reúne sus estudios realizados a lo largo de decenas de años, acompañado de otros expertos de la neuropsicología, describiendo dos bases del pensamiento humano; las llama: Sistemas uno y dos.

Hoy deseo compartirlo con Usted, reflexionando sobre las próximas elecciones en México.

Sus conclusiones hablan del pensamiento Sistema Uno: superficial, subjetivo, juzga con simples impresiones o intuiciones, apoyado en la experiencia, confundiendo la verdad con la familiaridad; luego describe el Sistema Dos, que profundiza, analiza, investiga y toma decisiones basadas en evidencias.

El Pensamiento Uno es fácilmente influenciable, considerando que nuestro cerebro siempre buscará soluciones directas, fáciles -le llama perezoso- buscando que las informaciones recibidas del medio externo gasten poca energía; el Dos es analítico y comúnmente toma las mejores decisiones ante las diferentes situaciones que se le presentan al sujeto en su vida cotidiana.

El Sistema Uno es fácilmente afectado con información desvirtuada, deformada o simplemente errónea, condición utilizada en la mercadotecnia para manipular la realidad y orientarla el consumo.

En la política tiene uso malicioso: es utilizado para la manipulación de la información y control de las masas. Ese conocimiento nos lo están aplicando.

Es evidente que México, en sus elecciones políticas, elegirá entre dos alternativas: continuamos el camino hacia el comunismo populista o rectificamos hacia un modelo democrático.

Recuerde: en la experiencia anterior, elegidos democráticamente los llamados populistas terminaron siendo corruptos, dictadores, destructores de la democracia.

Los riesgos a los que estamos sometidos van más allá de la demagogia del discurso populista en el manejo de la política moderna; con la aplicación de técnicas innovadoras, rompen con la moralidad y no dudan en utilizar la denostación contra los contrincantes, en vez de ofrecer propuestas de beneficio social/económico para los mexicanos. Simple vulgaridad.

Los expertos en el tema electoral han concluido que estamos envueltos en cuatro grandes riesgos:

Precampañas simuladas, abusando de los resquicios de Ley Electoral; crisis provocadas minando las instituciones -TEPJF, INE- cuyas consecuencias serán de gran impacto en el proceso; partidos políticos desbocados, rompiendo reglas, agrediendo, ofendiendo a contrincantes y eligiendo candidatos populacheros -cómicos, profesionales del deporte y otros impreparados- sin considerar a profesionales expertos.

Los politiqueros han llegado a usurpar el poder dejando a los políticos de vocación sin oportunidades. Claro que hay excepciones… lamentablemente pocas.

El crimen organizado representa riesgo aparte, utilizando su fuerza económica y capacidad en el uso de violencia para ubicar en puestos de autoridad a peleles como funcionarios corruptos y a modo para favorecer sus jugosos intereses ilegales.

Buena parte del país ya está en sus manos, siempre utilizando corrupción, muerte y/o temor. Continúan expandiéndose.

Existen otros riesgos mayores, que curiosamente no son mencionados; entre ellos:

La intervención de maloras poderosos, quienes buscan posicionarse mejor para sostener sus privilegios; son los que utilizan algunos de los "influencers", comprados por los bandos, hasta las granjas desorientadoras, utilizando tecnología de punta -financiadas a nuestras costas-, controladas por inmorales, manipuladas para denostar personas públicas con mensajes varios. La mayoría utiliza datos desorientadores y difamadores confundiéndonos.

¿Cómo no mencionar a nuestro presidente?; él ha roto todas las reglas tradicionales de la política mexicana desde el inicio de su gestión, utilizando expresiones provocadoras, favoreciendo el rompimiento social. Le recuerdo algunas frases que quedarán para su historia: " a mí no me vengan con que la ley es la ley"; "al diablo las instituciones"; "la moral está por encima de lo legal"; luego, auto declarándose de "moralidad intachable", o la revestida de ironía: ¡ánimo, porque lo mejor es lo peor que se va a poner…!".

Todos, aprovechándose del llamado Sistema Uno, confundiéndonos el manejo intelectual de la información. Recuerde lo concluido por Kahneman: "nuestro cerebro es perezoso".

Así, los superficiales mentales ya decidieron su voto, particularmente como protesta al sistema; unos, ofendidos por los antecedentes de abuso de los ahora partidos de oposición; otros, con el simple deseo insatisfecho de venganza social; y muchos más, abusivamente engañados con la compra de su libertad con dineros empobrecedores.

Un lugar particular lo ocupan muchos jóvenes, que presienten pocas oportunidades de desarrollo económico/personal para su desempeño en la vida adulta; sobresalen los "instruidos", universitarios que no quieren responsabilizarse por un futuro que tampoco lo consideran halagüeño para sí; otros, que no han decidido pensar y elegir, dejándolo para "después"; o conformistas, que reciben apoyos económicos para que continúen en su marasmo emocional.

Entre los mayores: quienes no quieren renunciar al confort disfrutado, pero tampoco lo defienden; o ancianos que reciben dinero, convencidos con las campañas de engaño y las amenazas de perderlo "si no gana el candidato (a)". Todos, manipulados con malicia politiquera.

Le insisto: infórmese y utilice el "Sistema Dos" para votar. ¿Acepta?

ydarwich@ual.mx

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