Hace algunos días, Horacio de la Vega Flores, presidente de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), declaró públicamente que el casi centenario circuito de verano, hoy en día vive su mejor momento; estas palabras crearon cierta polémica, principalmente entre los colegas de Prensa que todo el año están pendientes de los acontecimientos en el beisbol de ambas ligas profesionales del país.
Es difícil saber si es el mejor o el peor momento de la liga, pero entre los aspectos que se tienen descuidados, está el de los anotadores oficiales en cada plaza; a diferencia de los ampayers, también en un momento difícil, los anotadores oficiales están prácticamente en el olvido. Este martes se inició la serie entre Unión Laguna y Olmecas, en el parque del Centenario 27 de Febrero, y hubo detalles del anotador oficial que son dignos de señalarse.
Braden Webb lanzó cuatro entradas dos tercios y sorpresivamente al final del juego, el lanzador estadounidense apareció en la página oficial de la LMB, como el pitcher de la victoria; de inmediato las reacciones en redes sociales se dejaron ver; en base a información de personas allegadas a la liga, ese error no es responsabilidad del anotador oficial, sino de la compañía estadounidense que elabora las estadísticas de la liga de verano, que opera en un sistema muy complicado de operar. Randy Romero conectó una línea de hit al jardín derecho, un batazo de rutina, que cualquier jardinero toma con facilidad y regresa al cuadro; en esta ocasión Nick Torres atacó la pelota, al parecer con la intención de poner fuera a Romero en la inicial, pero debido a esa precipitación la pelota lo coló y fue a parar hasta el pie de la barda, el veloz corredor llegó hasta tercera base, y de manera increíble la anotación oficial dio “TRIPLE” al corredor; en la misma jugada Edgar Robles tomó la pelota en el outfield y tiró a tercera, pero la bola coló a Jonathan Villar, y por regla Randy Romero llegó al pentágono; dos errores en la misma jugada y la carrera se dio como limpia.
El sistema que utiliza la LMB es muy complicado, y suele meter en problemas a los anotadores oficiales y a sus stringers, sobre todo cuando intervienen elementos estadounidenses quienes piensan que porque en su país se inventó el beisbol, siempre van a tener la razón. Este año en algunas plazas el anotador oficial ha tratado de corregir alguna decisión que dio en el juego, pero la respuesta de la LMB es nula; los anotadores de mayor antigüedad extrañan demasiado a César Galaviz (qepd), un elemento que daba al anotador oficial la relevancia que realmente tiene, porque el trabajo de estos elementos es tan importante que de ellos depende la veracidad del libro Quién es Quién.
Ese error del anotador oficial en Villahermosa, o de quien haya sido, se trató de corregir, pero se volvieron a equivocar, al darle el triunfo a Tyler Wilson, con trabajo de solamente un tercio, cuando las reglas del beisbol indican que el ganador es el pitcher con mejor y más prolongada actuación; Yoan López o Jake Jewell merecían más la victoria que Tyler Wilson; a Thomas McIlraith no se le podía acreditar porque él hizo lo necesario para llevarse el salvamento. La pifia en Villahermosa se expandió como reguero de pólvora, y extraña que a muchos aficionados ajenos a la LMB, les importe más que a quien o quienes son encargados de los anotadores oficiales.
El anotador oficial realiza un trabajo tan importante como el de los ampayers, y es necesario que estén sometidos a cursos de capacitación permanentes; las reglas de anotación suelen ser diferentes a las tradicionales, y es necesario que los anotadores sean capacitados para que su trabajo se refleje correctamente en las estadísticas oficiales.
Hace varios años que la LMB trabaja con una compañía estadounidense en la elaboración de sus estadísticas, y desde entonces han existido los errores, muchos de los cuales no se corrigen porque los “gringos” hacen su santa voluntad. Ojalá que la directiva de la LMB tome cartas en el asunto porque el tema lo amerita.
