Tras dos años de sequía, los ganaderos han optado por vender sus animales
Los ganaderos enfrentan un segundo año de sequía, donde el agua no ha sido suficiente y la productividad ha mermado al menos en un 30 por ciento. Sin embargo, se les presenta la posibilidad de un respiro si Mapimí pasa de zona B a la A en función de la exportación.
José Miguel Ronquillo Leyva, presidente de la Unión Ganadera Regional del Norte de Durango, dijo que la sequía persiste y esto ha orillado a muchas personas a vender su ganado, al no ser suficiente el agua en los agostaderos y presentar dificultades para su mantenimiento, así como otras afectaciones derivadas de esta falta de humedad.
"La gente ya está empezando a vender ganado, este año va a haber menos exportación, menos movilización, porque mucha gente ha preferido vender su ganado", expresó.
Señaló que la productividad ha caído en alrededor de un 30 por ciento, pese a que los ganaderos han tratado de prepararse con anticipación con sus pasturas y se les ayuda con las pruebas, mediante las campañas que realiza la Unión Ganadera.
En los 11 municipios del norte se tiene un estimado de 500 mil cabezas de ganado. Mencionó que no se tienen cuantificadas aún las pérdidas económicas, pero sí existen afectaciones drásticas en este sentido.
Jesús López Morales, titular de Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural del Estado de Durango (SAGDR), sostuvo una reunión con miembros de la Unión Ganadera del Norte de Durango, donde se acordó trabajar en coordinación continuar con los trabajos que permitan a los productores del municipio de Mapimí exportar su ganado a la Unión Americana, para lo cual deberán cumplir con los lineamientos establecidos por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés).
"En el mes de noviembre viajaremos a la Ciudad de México para reunirnos con funcionarios de la USDA y del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) para presentar los avances en atención a las observaciones, y la verdad es que ya vamos muy avanzados", comentó.
Señaló que este proceso no es de un día y que se requiere de un trabajo coordinado con las uniones ganaderas, con las asociaciones ganaderas, con la presidencia municipal, para ver las acciones que se tienen que llevar a cabo y blindar la zona de Mapimí, de manera que no sean una exportación de meses sino un tema permanente. Indicó que esto tendría un impacto en el precio del becerro.