Imagen: Ellen von Unwerth
El lunes 6 de mayo de 2024, tuvo lugar la inauguración de Sleeping Beauties: Reawakening Fashion, título de la Met Gala de este año. El evento se organiza para conceder fondos y publicidad a la exposición anual del Instituto del Vestido del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, que es ampliamente promovido por la revista Vogue, liderada por Anna Wintour. A mitad de la transmisión de lo que se acepta como el acontecimiento más importante en el mundo de la moda, la audiencia pudo ver por primera vez el video promocional de un evento que muy pronto podría competir con la Met Gala: el Vogue World Paris.
El video, de alrededor de un minuto, muestra a la modelo Gigi Hadid corriendo en una pista de atletismo en tacones, lanzándose a una piscina olímpica con aretes Chanel y poniéndose una máscara de esgrima, entre otras escenas que se combinan con animales veloces y microhistorias fashionistas, que de manera dramática y espectacular generan una cohesión divertida entre la moda y el deporte, fusión que cobrará vida en París durante la celebración de los XXXIII Juegos Olímpicos.
La primera vez que se llevó a cabo un Vogue World, tuvo lugar en Nueva York en 2022, donde las estrellas de la editorial desfilaron con la feria y la calle como tema. Al año siguiente, el evento cruzó el Atlántico hacia Londres, ofreciendo una noche de moda y actuaciones que rindieron tributo a las artes escénicas.
LAS ALTAS EXPECTATIVAS DE PARÍS
El domingo 23 de junio de 2024, Jean Paul Gaultier se convirtió en el diseñador estrella de Vogue World 2024 en París, donde ayudó personalmente a la cantante franco-maliense Aya Nakamura a portar un impresionante vestido a medida en los bastidores del Ritz durante la apertura de la noche. El atuendo combinó dos estilos icónicos del rebelde de la moda francesa. Para esta ocasión especial, Aya Nakamura, la artista más transmitida del mundo francófono a sus 29 años, llevó un corsé inspirado en la colección Primavera-Verano 2012 de Amy Winehouse, mientras se preparaba para actuar.
En el corazón del Distrito 1 de la Ciudad de la Luz, se dispusieron los asientos para un público selecto alrededor de la Place Vendôme, famosa por estar rodeada de talleres de alta costura, cuyos artesanos tuvieron su parte en el acto de apertura, desfilando en grupo y ondeando una bandera representativa a la manera de las delegaciones olímpicas cuando da inicio la justa deportiva. Junto a ellos marcharon los representantes de un organismo de salud francés al que Vogue donaría parte de las ganancias del evento. Este primer momento estuvo narrado por la modelo Cara Delevingne y tuvo como banda sonora la canción Around the World del icónico dúo francés Daft Punk, interpretada por una orquesta de 40 músicos que anunciaba el éxtasis visual que estaba por venir.
Esta edición congregó 188 deportistas, 151 modelos y 70 bailarines. Entre tanto, los desfiles se dividieron por década a partir de los años veinte, conectando la historia del deporte con la de la moda.
DEPORTE Y MODA ENLAZADOS EN LA HISTORIA
Las tendencias del siglo pasado se entrelazaron con diversos deportes emblemáticos de cada década. En los vibrantes años veinte, la bicicleta simbolizaba la velocidad, la libertad y la movilidad de la era del jazz, lo que fue representado en el desfile con atuendos históricos diseñados por Chanel, la mayor influencia en la moda mundial hasta el momento.
La parte de los años treinta fue una remembranza de la llegada de Cristóbal Balenciaga a Francia. El segmento continuó con un tributo emocionante al atletismo, presentando una reinvención de la Course des Cafés —tradicional carrera de meseros franceses—. Desfilaron modelos con prendas que evocaban el periodo de entreguerras de diversas maneras. Dos looks destacados seleccionados por la estilista Carine Roitfeld incluyeron un esmoquin de Nina Ricci inspirado en la actriz Marlene Dietrich, cuya pasión por los pantalones desafió las normas de la década, que fue llevado con estilo por la drag queen Keiona.
La historia avanza hacia 1946, a la Costa Azul, donde se inventó el primer traje de baño de dos piezas. Jacques Heim, modisto, y Louis Réard, ingeniero, se disputaron el crédito por su creación, pero fue Réard quien acuñó el nombre “bikini”, inspirado por el atolón de Bikini en las Islas Marshall, donde Estados Unidos realizó pruebas nucleares tras la Segunda Guerra Mundial. En el segmento de esta década se presentaron diseños que evocaban la Riviera con una temática acuática, destacando imponentes sombreros diseñados por Simon Porte Jacquemus, mientras Sabrina Carpenter emergía entre “olas” de tela azul.
En los elegantes años cincuenta, los deportes con caballos inspiraron los sofisticados vestidos de la época. El desfile causó exhalaciones entre el público cuando Gigi Hadid y la socialité y modelo Kendall Jenner rodearon la plaza a caballo con trajes de equitación.
Los sesenta entraron a escena con impacto y un ejército de bailarines en traje de esgrima, con la aparición de Miles Chamley-Watson y Laura Flessel-Colovic, célebres exponentes de esta disciplina. Los tradicionales trajes metálicos de los deportistas fueron realzados con reinterpretaciones de los diseños plateados de la Era Espacial de André Courrèges y Paco Rabanne. Estos trajes, supervisados por los directores creativos Nicolas Di Felice y Julien Dossena, fueron lucidos por íconos de la moda actual, evocando la revolución juvenil de los años sesenta.
Los setenta, por su parte, obsesionados con la lycra y los leotardos, se identificaron con la explosión de la gimnasia. Diez modelos afroamericanas, incluidas Pat Cleveland y Bethann Hardison, desfilaron con las elegantes creaciones de diseñadores estadounidenses, honrando el movimiento Black is Beautiful (Ser negro es hermoso), que marcó un momento crucial para la diversidad en la industria de la moda.
El tema para los años ochenta fueron las artes marciales, y mostró a la cantante Katy Perry en Comme des Garçons, junto a judokas de la selección francesa.
El segmento de los años noventa se lo robaron el reguetonero Bad Bunny y el futbol. En 1998, Francia ganó su primera Copa del Mundo, y el mediocampista del equipo, Emmanuel Petit, se unió esa noche a otros 42 futbolistas de la Liga de Futbol de Île-deFrance en la Place Vendôme. Para aumentar el ambiente patriótico, la modelo Anok Yai vistió una recreación del vestido tricolor de Alaïa, diseñado por Pieter Mulier, que la cantante de ópera Jessye Norman usó en 1989 para interpretar La Marsellesa en la plaza de la Concordia, celebrando el 200 aniversario de la Revolución francesa.
La sección dedicada a los años 2000 honró tanto el mundo del tenis como el décimo aniversario de Nicolas Ghesquière como director creativo en Louis Vuitton. No sólo se presentó una colección que reflejaba su trayectoria, sino que también las legendarias jugadoras de tenis Serena y Venus Williams impresionaron con dos looks hechos a medida.
El evento culminó con la reaparición de todas las décadas después del acto de bailarines de breakdance, disciplina que hará su debut en París como deporte olímpico. Anna Wintour dijo a los medios que el espíritu del World Vogue se trataba de pasar un buen rato y celebrar los avances gloriosos que ha tenido la moda a lo largo de 100 años.
Así, logró conectar la moda y el deporte con los símbolos que los hacen inolvidables e importantes para todos quienes transitan en estos mundos. Otros símbolos más sutiles son más entretenidos de observar, y van desde la voz glamorosa y sentido del humor juveniles de Cara Delevingne, que habla como la moda lo hace: con frescura, ironía y solidez, hasta la forma circular de la Place Vendôme, que sugiere, quizá, que aun con toda la innovación que se pueda conocer, la moda es cíclica y es un “deporte” que no se inventa, sino que se reinventa.
