Jared Borgetti, autor de aquel gol que le dio la victoria al equipo albiverde en la final de vuelta sobre los Rayos del Necaxa, escribió su nombre con letras doradas para la posteridad en la historia del conjunto lagunero y del futbol mexicano.
Fue un día como hoy, hace ya 29 años, que la Comarca Lagunera se cimbró por primera vez al experimentar la gloria del campeonato de Primera División del futbol mexicano, pues el domingo 22 de diciembre de 1996, los Guerreros del Santos Laguna se consagraron monarcas del futbol mexicano.
Eran tiempos de cambio en la Primera División de México, pues dejó atrás las temporadas completas, para estrenar el formato de torneos cortos, con lo que se coronarían, a partir de entonces, dos campeones cada año.
UN CAMBIO 'NECESARIO'
Se nombró al certamen "Invierno 96", y todos los equipos del futbol de México lucharían por el honor de obtener el primer campeonato bajo este nuevo esquema competitivo; al final del torneo, bajo el mando de Alfredo Tena, los Guerreros del Santos Laguna se quedaron con el subliderato y se desató la segunda "Santosmanía", con la región en efervescencia, tal y como había sucedido algunos meses atrás, cuando llegaron a su primera final.
Pero la historia sería diferente ese domingo 22 de diciembre de 1996 en el antiguo Estadio Corona, donde Arturo Brizio Carter hizo sonar su ocarina y fue como el disparo de salida para vehementes emociones de los laguneros que anhelaban ver a su equipo, el siempre maltratado, el que era "comparsa", convertirse en el número uno del futbol nacional, al pasar por encima de un Necaxa al que los expertos llamaban "El equipo de la década", pero esa tarde, Santos fue más.
ECOS DE ESA TARDE
Enrique Macías, santista de cepa, recuerda esa tarde con firme memoria: "Santos Laguna saltó al terreno de juego con José Miguel en el arco; 'Lupe' Rubio, 'Paco' Gabriel (de Anda), Pedro Muñoz y Wagner de Souza; Miguel España, Nicolás Ramírez, Benjamín Galindo y Héctor Adomaitis; Gabriel Caballero y Jared Borgetti".
Santos había perdido el partido de ida por 1-0 en el Estadio Azteca, pero el partido en el Corona fue una final memorable, de golazos, emociones, volteretas, y como si fuera una película, el clímax llegó con Jared Borgetti volando para rematar de cabeza el que quizá, es el gol más importante en la historia santista.
"Los últimos minutos del encuentro estuvimos al filo de la grada. Cuando el silbante Arturo Brizio decretó el fin del encuentro, se desató la catarsis. Santos Laguna se consagraba como digno, merecido e incuestionable campeón por primera ocasión en su historia. La Comarca Lagunera entera festejó, gozó, disfrutó aquel campeonato. Algunos como yo, que seguimos a los guerreros desde su fundación, lo festejamos de una manera muy especial. Tras el silbatazo final, en lugar de sentir euforia, me desahogué en llanto", rememoró Macías.
Hoy, los aficionados laguneros aguardan con paciencia una nueva tarde de gloria, como la de aquel 22 de diciembre de 1996, cuando Santos escribió con letras de oro su nombre en la historia del futbol mexicano, y se implantó para siempre en el ADN de los laguneros.
