
Agua Saludable asegura 200 millones de metros cúbicos: el reto ahora es que llueva
El programa federal Agua Saludable para La Laguna ya cuenta con un volumen total de 200 millones de metros cúbicos en títulos de concesión, de los cuales 50 millones ya están titulados y los restantes 186 millones provienen del proceso de tecnificación del riego agrícola.
Así lo informó el director del Organismo de Cuencas Centrales del Norte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Gabriel Riestra Beltrán. Este volumen forma parte de la estrategia que busca garantizar agua potable de calidad a la población de la región, aunque su entrega se hará de forma gradual y en función de las necesidades operativas del sistema, indicó el funcionario.
Se estima que, una vez concluida la tecnificación de los sistemas de riego, el volumen de agua destinado al campo podría superar los 800 millones de metros cúbicos, de los cuales una parte será redirigida para uso urbano.
Actualmente, el consumo del programa se mantiene por debajo de la meta.
“Este año estamos hablando de entre 35 y 36 millones de metros cúbicos, y se espera que el próximo año suba a 60 o 70 millones”, señaló Riestra.
Respecto al almacenamiento futuro, el funcionario mencionó que se esperan precipitaciones en la cuenca alta en los próximos días. Aunque los pronósticos no anticipan lluvias extraordinarias, sí podrían ser suficientes para atender tanto el ciclo agrícola como el abasto urbano.
Mencionó que, por motivos de seguridad hidráulica, se mantendrá un volumen mínimo de 400 millones de metros cúbicos distribuidos entre las dos presas principales de la región, con el fin de garantizar la operación estable del sistema sin comprometer su estructura.
Además de fortalecer la disponibilidad de agua potable, el programa tiene como objetivo reducir la sobreexplotación del acuífero de la Comarca Lagunera, afectado por décadas de extracción intensiva. Con ello se busca preservar los recursos hídricos subterráneos y avanzar hacia una gestión más sustentable del agua en la región.
El proyecto representa una inversión social y ambiental estratégica para una de las zonas con mayor estrés hídrico del país. Su avance y la colaboración entre gobierno federal, estatal y municipal serán clave para atender las necesidades de más de un millón de habitantes y garantizar el derecho humano al agua.