¿ En qué se convierte el hombre cuando lo tratan como mercancía?. Esos jugadores que primero levantan expectativas y conforme transcurre el partido, parece que respiran en círculos estrechos, que no encuentran la forma de ensamblar con la estrategia planeada y que son apurados por la gente que ha pagado mucho por verlos, se convierten en personajes que solo trasmiten angustias.
Ahí es cuando el futbol se asemeja a los rechazos amorosos y a la tecnología moderna.
Esto porque el juego es una pasión que nos invade y hay que reconocerla como tal. Es un sentimiento corrosivo y perversamente delicado, que transforma al hombre y lo asemeja a un soldado de Alejandro en la campaña de Persia, pues va moviéndose en historias truncas y yendo va en descargas emocionales, quizá impensadas pero emanadas por el caudal de su imaginación vital.
Igual, las redes están hechas para mantener cautiva la atención, con expectativas que nos mantienen pegados y obsesivos frente a la pantalla del móvilIgual que los amores perdidos, cuando la imagen del ser añorado se transforma en dominador del pensamiento. Se pierde la capacidad de concentración y cuesta realizar actividades que obliguen a un esfuerzo intelectual.
Todo son pasajes sonoros que se encuentran atravesados por una mezcla de influencias y la gente tiende a expresar todo aquello que camuflaba con su largo silencio, hasta que llegaron la señorita ilusión y la señora esperanza, que primeramente se comunicaban a través de la mirada y luego, porque la imaginación domina al mundo, aparecieron las llamas del castigo público.
En el vestuario donde habitan las viejas leyendas santistas, Carlos Acevedo debió tragar su pena y al quedar en el banco, la bondad que antes le había ganado por goleada al enfado, desapareció. La gente lagunera, hijos del desierto, del sol y del viento, cambió el sello y vino el reproche con Tala Rangel, que ninguna culpa tiene, solo es un soldado que recibe órdenes.
Con Aguirre, que aguantó a pié firme y con varios jugadores que no estuvieron al tono apetecido.
El futbol tiene un alto valor emocional, comercial, representativo, mediático y hasta político. ¿Todo habría sido distinto si el DT pone a Carlitos de titular?. Nadie puede saberlo pero los jugadores que han protestado deben considerar dos cosas básicas. Una, que nuestra gente pagó y tiene derecho de exigir y protestar Y dos, que son profesionales que se preparan al Mundial, donde la exigencia, responsabilidad y exigencia será superlativo y solo apta para los de carácter.
México jugó bien media hora y no logró concretar sus dos chances claros (Jiménez y Alvarado) los perdieron. En el resto, los de Bielsa roquizos y violentos. Aguirre mostró que tiene una zaga confiable pero su medio campo no gesta opciones y sus atacantes carecen de parque. Todas estas dudas hacen que la gente se sumerja en sospechas. La pasión nos empuja para un lado y la razón para otra realidad. Aquí todos son protagónicos que dejan una fuerza emocional y a veces damos la impresión de que vamos de la ternura al espanto.