
FOTOS: Ramón Sotomayor
La maestra Mariana Chabukiani está en su estudio de la colonia Torreón Jardín, entre dos pianos verticales Petrof y recuerdos de sus primeros recitales en La Laguna, como aquel que en septiembre de 2001 realizó junto a Camerata de Coahuila interpretando partituras de Mozart, Bach, Beethoven y Wanhal. También está su gato Kit, quien desde hace cinco años la acompaña durante las sesiones de piano con sus alumnos.
Además de ser reconocida por su papel como pianista en Camerata de Coahuila, la maestra Mariana Chabukiani es también sinónimo de formación musical. Incontables son los alumnos que ha tenido desde que llegó a La Laguna. Artistas como Ricardo Acosta, Sergio Vargas Escoruela o Raúl Salazar han recibido su instrucción.
“Siento una gran satisfacción. El trabajo del maestro se refleja en el trabajo de sus alumnos. Si quieres conocer cómo trabaja el maestro, escucha cómo tocan sus alumnos. Entonces, siento una gran felicidad y orgullo por mis alumnos y espero que tengan muy buen futuro, que encuentren apoyo y amor del público”.
En este tenor, once de sus actuales alumnos participarán en un recital a efectuarse el próximo martes 30 de septiembre, en punto de las 19:30 horas, en el Teatro Isauro Martínez (TIM). Se tratará de una noche que será inaugurada por Leonardo Jalife Martínez, de apenas ocho años, quien interpretará Para Elisa (1810), de Ludwig van Beethoven.
Asimismo, se contará con la participación de Astrid Herrara, quien dará vida sonora a la Balada mexicana (1910), de Manuel M. Ponce. Los alumnos de Chabukiani se introducirán en los universos de Mozart y Shostakovich; para finalmente concluir con la participación de Raúl Salazar y la Balada No. 3 (1841) y Polonesa en La Bemol Mayor (1842), de Chopin, obras que son de gran exigencia profesional, según aseguró Chabukiani.
“El programa es muy variado, abarca muchos periodos musicales”.
Ser maestra ha sido un gran aliciente para Mariana Chabukiani; dice que forma parte de su labor como artista. Recuerda a sus primeros maestros, aquellos que en Georgia, su país natal, le abrieron las puertas a la música. Nombres como Galina Vladimirovna Matiuchova, Vanda Shiukashvili y Tengiz Amiredjibi, le provocan una profunda admiración. Es gracias a ellos que también adoptó la pasión por la docencia, convirtiéndose en la formadora de pianistas más importante de la región.
“Siempre tuve este gusto por compartir el conocimiento. Tal vez porque tuve muy buenos maestros y veía que hacían su trabajo con amor, con gran profesionalismo. Esto me despertó el deseo de compartirlo con los jóvenes”.
Los boletos para el recital de alumnos de Mariana Chabukiani se encuentran disponibles en taquillas del TIM y en la plataforma NewTicket.