En los adentros de la Iglesia de Santa Rosa de Lima en Gómez Palacio, 15 minutos antes de arrancar el tradicional Viacrucis que se realiza desde hace más de 80 años cada Viernes Santo en esta institución católica, los jóvenes que le dieron vida a la Pasión de Cristo realizaron una oración guiada por el párroco Dagoberto Sifuentes Favela, quién encomendó a los y las participantes a la voluntad de Dios para que todo saliera como desde meses atrás se había ensayado.
"Somos instrumentos de Dios, todos somos importantes", mencionó el padre, quién enfatizó que cada papel y participación fueron necesarias para enaltecer lo que estás fechas de Semana Santa sugieren.
Luego de realizar algunas recomendaciones finales, se dio inicio con la primera escena del Viacrucis número 86: la traición de Judas, que se desarrolló en el interior de la iglesia.
"Ya se va a colgar ¿verdad?", preguntó una señora que cada año acude a ser parte de este acto religioso, al referirse al acto que el personaje realizará después al ser absorbido por la culpa, luego de que como la historia lo indica, fuera él quien entregara a Jesús.
Ante una afluencia de entre tres mil y cuatro mil personas, según informó Enrique García Fernández, comandante de bomberos de Gómez Palacio, los más de 65 actores, en su mayoría jóvenes aledaños a la colonia Santa Rosa, representaron con devoción el camino de Cristo a la crucifixión.
Luego de que Jesús de Nazaret fuera condenado, arrancó el recorrido que simuló lo que sufrió el hijo de Dios antes de ser crucificado.
UN RECORRIDO DE ESPERANZA
En el corazón de la colonia Santa Rosa en Gómez Palacio, la fe se transformó en teatro, en clamor colectivo, en devoción y pasión por Cristo.
Es Viernes Santo, y desde muy temprano, la comunidad se preparó para revivir una tradición que ha sido un pilar espiritual y cultural por 86 años: el Viacrucis viviente de la parroquia de Santa Rosa de Lima, el cual es uno de los más tradicionales de la región lagunera.
Desde tempranas horas, las calles de la zona comenzaron a ser invadidas por los populares puestos de comida, así también por familias completas que cada año se suman a este encuentro de reflexión y fe.
Aunque el arranque del recorrido se anunció sería a las 10 de la mañana, fue hasta las 11 que dio inicio formalmente. Los primeros pasos retumbaron en las calles de Corona, Zaragoza, Cuauhtémoc y Auza. Fueron dos kilómetros y medio de este viaje espiritual y catorce estaciones, las cuales fueron colocadas por las mismas familias del sector que siempre se muestran apertura y deciden abrir las puertas de su casa a Cristo Salvador.
Para agradecer su gesto y colaboración el padre Dagoberto Sifuentes rezó un Padre Nuestro y un Ave María y pidió bendiciones por cada una de las familias.
A cada paso que se dio en el recorrido el calor se acentuó, algo que no hizo que los fieles desistieran. Fueron miles de personas las que caminaron con él, las que lo observaron caer, las que revivieron el dolor de su pasión y las que, con el corazón incendiado, prendieron la fe sobre el asfalto de la colonia Santa Rosa.
Asimismo, la comunidad participó activamente: desde los techos de las casas o a lo largo del recorrido, miles de fieles observaron con devoción, algunos rezando, otros llorando, todos conmovidos por la intensidad de cada escena.
Casi a la una de la tarde un Jesús ya muy lastimado arribó a las afueras de la parroquia de Santa Rosa de Lima donde se desarrolló el pasaje de la crucifixión. Finalmente, amparado por el sol ardiente, Jesús fue clavado en la cruz.
El evento religioso, cabe destacar, estuvo blindado por dos unidades de Seguridad Pública, cinco unidades de vialidad y la unidad de bomberos, según se informó, no se presentó ningún percance.
Una vez más, en Santa Rosa, como cada Viernes Santo, la Pasión de Cristo revivió no sólo en las calles de la zona, sino también en la memoria colectiva de una comunidad que se rehúsa a olvidar el sacrificio, el dolor y, sobre todo, la esperanza.
“Cristo no murió, vive en cada uno de nosotros”, concluyó el padre Dagoberto Sifuentes.

Miles reviven dolor de la pasión de Cristo en Santa Rosa













