Así se compraban los boletos del Mundial México 1970: desde 5 hasta 160 pesos
En enero de 1969, El Siglo de Torreón informaba sobre uno de los temas más esperados por los aficionados al futbol: los precios de los boletos para el Mundial de 1970, el primero celebrado en México. En aquel entonces, los costos iban desde los 5 pesos en las gradas más accesibles hasta 160 pesos en los asientos más cercanos a la cancha para la gran final en el Estadio Azteca.
Según la nota publicada el 24 de enero de 1969, los boletos se dividían en cuatro series —A, B, C y D— y sus precios variaban según la etapa del torneo. Por ejemplo, para los octavos de final, cuartos de final y el partido por el tercer lugar, los costos eran de $80, $60, $30 y $5 pesos. Las semifinales, disputadas en Guadalajara y la Ciudad de México, subían a $110, $80, $60 y $5 pesos, mientras que la gran final tenía precios de $160, $125, $60 y $5 pesos.

Pero conseguir un boleto no era tan sencillo como formarse en taquilla. De acuerdo con otra publicación de abril de ese mismo año, la Comisión Organizadora del Torneo Mundial de Futbol por la Copa Jules Rimet estableció un método de distribución controlado, muy distinto a las dinámicas actuales.
Los interesados debían enviar solicitudes formales y demostrar que tenían reservación confirmada en un hotel para las fechas del torneo. Solo así podían acceder a la compra. Además, se priorizaban las agencias de viaje, cadenas hoteleras y aerolíneas, que adquirían talonarios completos de entradas acompañados del mismo número de reservaciones de hospedaje.

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La mandataria explicó que la fijación de precios corresponde únicamente a la FIFA y no a los gobiernos nacionalesEste esquema permitió que los mejores lugares —como plateas y palcos— quedaran en manos de viajeros extranjeros y funcionarios gubernamentales, mientras que una parte menor de los boletos fue destinada al público en general, vendiéndose directamente en los estadios sede: León, Toluca, Puebla, Guadalajara y la Ciudad de México.
El Estadio Azteca, con 63 mil 600 asientos, fue el recinto más grande del torneo, seguido del Jalisco con 40 mil 200 localidades. En contraste, los estadios de León y Toluca ofrecían capacidad para 18 mil espectadores cada uno.
Más de medio siglo después, aquellos precios resultan simbólicos. Un boleto de 160 pesos en 1970 equivaldría hoy a poco más de 8 mil pesos considerando la inflación, pero el valor emocional de haber presenciado el campeonato que inmortalizó a Pelé y coronó a Brasil en suelo mexicano sigue siendo incalculable.