
Atrapado en los 70’s
Hurgando entre mis discos de vinil -que cada uno tiene su historia - me encontré ahí entre un montón de acetatos rockeros clásicos, un recopilatorio de la banda británica de ska, pop, reggae: MADNESS.
No recuerdo dónde lo compré; seguramente en “la perfecta calle de la música ilimitada”; de lo único que estoy seguro es de que mi amigo, Ricardo Rodríguez, del barrio de González Ortega y Bravo (donde nos juntábamos a escuchar buena música con Rosalío, otro gran amigo) QEPD, me lo recomendó a principios de los ochenta y se quedó para siempre entre mis grandes favoritos.
Lo desempolvé, lo volví a escuchar y sigue provocando el mismo efecto en mí: haciéndome mover. Yo no soy de mucho bailar, pero escuchando ese disco no puedes dejar de moverte hasta el punto de brincar eufóricamente al ritmo de la música.
Pues bien, amigos setenteros, ustedes se preguntarán: ¿por qué estoy hablando de un grupo de ska que no tuvo tantos éxitos en Estados Unidos y poca gente los conoce en México? Y además, ¿cómo fue que un disco de tal manufactura, casi de culto, llegó a alguna discoteca de la Comarca?
Es algo que todavía me sorprende, pero recuerdo que en esa época se usaba por parte de las pandillas andar con “pantalones bombachos”, como los que usaba Tin-Tan, tipo pachuco. Quizá después de todo, ese fue el único motivo por el cual, gracias a mi amigo, ese disco llegó a mis manos y aún lo conservo.
El disco para mí es una obra de arte, los chicos en sus veinte años en los barrios de Londres crearon esta banda de ska en 1976, teniendo como referencia e influencia a un músico jamaicano llamado Prince Buster y formaron su banda llamada “The North London Invaders”, con Mike Barson en teclados y voz, Chris Foreman en la guitarra y Lee Thompson en el saxo, a quienes en 1978 se les unieron Graham McPherson “Suggs” como vocalista líder, Daniel Woodgate en la batería, Mark Bedford en el bajo y Carl Smyth en la trompeta, para formar la banda MADNESS, y lanzan su primer sencillo en 1979 “The Prince” como tributo a su principal influencia, el referido músico caribeño.
Después lanzan un segundo sencillo que se convirtió en el emblema del grupo: “One step beyond”, el cual los catapultó tanto en Estados Unidos como en Gran Bretaña.
Es una rola casi instrumental, excepto por el intro hablado y se convirtió en todo un clásico, tanto así que en un concierto en 1992 en Madstock 75 mil fans brincando y bailando provocaron un sismo de 4.5 grados en la escala de Richter.
La banda se caracterizó en sus videos por su desparpajo y su comicidad, a tal grado de llegar a fastidiarse cuando la gente les exigía “payasear” en lugar de tocar. Con el paso de los años, la banda se fue tomando más en serio su papel de músicos destacados en el pop.
Este fue un álbum recopilatorio. Todas las rolas son un festín y fueron éxitos en la primera etapa del grupo. Para mí es de esos discos que puedes escuchar y repetirlos una y otra vez. La música es para disfrutar, para vivir y recordar, para moverse. La música nos alegra el momento, nos motiva y MADNESS es ese grupo que desde los setenta nos sigue haciendo mover el esqueleto con sus creaciones.
Ojalá tenga usted la oportunidad de escuchar este álbum: “COMPLETE MADNESS”, para desvanecerse entre el piano, el saxo, las trompetas, y la voz provocadora y atrevida de “Suggs” en una fiesta desparpajada que le hará mover cada músculo de su cuerpo para bailar al ritmo de ska.
Amigos setenteros, en la Comarca Lagunera seguimos ávidos de espacios donde se escuche fuerte la música de nuestra época, ya sea en la radio o en lugares de esparcimiento, y que bien que poco a poco se va definiendo el espacio para disfrute de nuestra generación, ya que somos cada vez más los que seguimos vivitos y coleando, gente de gusto refinado.
¡Nos leemos la próxima semana, amigos!
Contacto: saulgarciamtz@hotmail.com