¡Hola, amigos setenteros!
Los sueños surgen desde etapas muy tempranas, como la infancia. Les compartiré el mío: ser locutor.
Crecí escuchando la radio, por lo cual soñaba con estar transmitiendo desde una cabina de cristal, con los audífonos puestos, el micrófono frente a mí, los controles y la tornamesa a los lados.
Me visualizaba hablando entre canción y canción, compartiendo a los radioescuchas datos sobre los grupos musicales, recibiendo sus llamadas e interactuando con ellos; haciendo dinámicas, dando a conocer promociones, simplemente creando una buena programación musical, como programas temáticos.
Recuerdo muy bien que a mis 11 o 12 años hacía mis propios “programas” y los grababa en cassettes, presentaba las canciones, daba la hora, creaba los anuncios comerciales, hacía “concursos” y entrevistas a gente de la calle con grabadora portátil. En una ocasión, mi hermano y yo grabamos cuentos de terror que íbamos improvisando, con música de fondo; todo era tan creativo e imaginativo.
Mientras descubríamos nuestra pasión por la música, teníamos nuestro propio “estudio radiofónico”.
A mi hermano le gustaba mucho el grupo Kiss y a mí me gustaba Queen, y hacíamos concursos para ver cuál canción o interpretación era la mejor; cuál solo de batería, cuál solo de guitarra, el mejor coro, la mejor voz, etc. Eran los setenta y el rock estaba en pleno auge, aunque ya venía sonando fuerte la música disco.
Recuerdo que mi hermano y yo montábamos toda una “obra teatral” imaginaria cuando sonaba en la radio Bohemian Rhapsody, actuábamos y bailábamos la canción ante la mirada entre asombrada y de risa de mi madre.
Eran los setenta, no había celulares, solo las 12 estaciones de radio A.M. y los cuatro canales de televisión local y nacional en blanco y negro; los domingos eran de matiné en el cine, a veces hasta tres películas una tras otra, y en la casa solo era la pequeña consola de bulbos monoaural de una sola bocina y el viejo radio de bulbos que perteneció a mis abuelos donde se podían escuchar estaciones de Estados Unidos o de otras partes del mundo en la noche, acomodando bien la antena en la azotea eran las fuentes de entretenimiento de medios electrónicos. Eso era lo que había y la verdad es que fuimos privilegiados de vivir la infancia en esa bella época.
Hay muchísimas anécdotas de aquellos bellos tiempos, la forma en que se disfrutaba la música, la forma en que se difundía, la forma en que llegaba a las casas, a las familias, en cada casa una consola y un mueble para acomodar los acetatos de vinilo, la forma de conocer los éxitos del momento; no había otra más que la radio.
El sueño sigue vigente, no siempre se puede lograr a la primera, pero no pierdo la esperanza de tener un espacio en la radio, poner buena programación setentera y disfrutar la música, platicar anécdotas, presentar datos de la canción en turno, interactuar con el público maduro y de gusto selecto, sería un colofón extraordinario.
Amigos setenteros, esperemos pronto tener nuestro espacio en alguna estación comercial de radio en la región. Los sueños se cumplen y nunca es tarde para lograrlo.
GLASS ONION
El próximo domingo 28 de septiembre, a las 11:30 de la mañana en el Paseo Colón, se estará presentando el grupo GLASS ONION, que es un cuarteto que interpreta temas en modo acústico y en modo secuenciado de algunos temas clásicos de los setentas y ochentas.
Este cuarteto, conformado por tres guitarristas y un cantante, se presentará en Juárez y Colón, extiendo la invitación para que las personas atrapadas en los setenta vayan a disfrutar de un excelente repertorio, con rolas de Pink Floyd, The Rolling Stones, The Beatles, Rod Stewart, The Cars, R.E.M., Coldplay, David Bowie, Al Stewart, Andy Gibb, Duran Duran, Gary Wright, entre muchas otras.
¡Amigos, ya vamos a cumplir un año con nuestra columna! Gracias por leerme.
¡Nos leemos en la próxima!
Contacto: saulgarciamtz@hotmail.com