Ximena Nájera Martínez, body painter y maquillista lagunera. Imagen: Jael R. Moreno.
El body painting, también conocido como pintura corporal, es una actividad que tiene milenios de presencia en la historia de la humanidad. Desde la prehistoria, distintas tribus descubrieron que el barro, el carbón, los extractos de plantas y la sangre de insectos daban tonalidades variadas a su piel al aplicarlos sobre ella.
Vikingos, culturas orientales, poblaciones precolombinas y etnias africanas adoptaron esta práctica para transmitir sus respectivas cosmovisiones a través de sus cuerpos. Durante los rituales, cada color tenía diferentes significados según el motivo de cada ceremonia. Asimismo, los pigmentos se usaban para identificarse entre grupos, como códigos de identidad y pertenencia.
Desde entonces, esa relación entre la piel y la pintura nunca se ha desvanecido, solo se ha transformado, cobrando mayor popularidad en ciertas épocas. En la década de 1970, por ejemplo, las corrientes artísticas conceptuales cobraron fuerza,haciendo que el cuerpo humano se posicionara como el mayor protagonista en distintas disciplinas creativas. Artistas como Ives Klein, Vito Acconci y Dennis Oppenheim fueron algunos de los referentes más destacados de aquella época.
Sin embargo, la modelo y actriz Veruschka fue una de las más grandes pioneras del body painting como lo conocemos ahora. Su figura pintada apareció en sesiones fotográficas del artista alemán Holger Trulzsch, colaboración que definió una técnica más creativa y de mayor alcance; así nació la idea de la piel como lienzo perfecto para el arte.
De este modo, la pintura corporal se popularizó en contextos diversos, como la moda, carnavales, fiestas temáticas, discotecas, eventos de marcas y, por supuesto, las manifestaciones artísticas de varias culturas, siendo una de ellas el Día de Muertos, fecha en que muchos mexicanos se caracterizan como la famosa “Catrina”.

LA CATRINA MEXICANA EN EL ARTE
En 1913, se hizo pública una de las más reconocidas ilustraciones del grabador mexicano José Guadalupe Posada: La calavera garbancera, que después el muralista Diego Rivera incluiría en una de sus obras, pero llamándola “La Catrina”.
La calavera garbancera es una sátira de los descendientes de indígenas que negaban sus raíces, pretendiendo ser de origen más europeo. Posada los criticaba con el dicho: “En los huesos, pero con sombrero francés y con plumas de avestruz”.
Tiempo después, en 1947, Diego Rivera hizo el mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central. Entre todos los personajes presentes en la obra, el que más destaca es un esqueleto vestido de catrina, término hispanoamericano con el que sedefine a una mujer elegante y de buen vestir, es decir, una típica aristócrata del siglo XIX. Con este homenaje a Guadalupe Posada, Rivera señala las contradicciones de una sociedad mexicana que supuestamente era democrática, pero que todavía permitía laexistencia de una élite privilegiada.
Hoy, la Catrina forma parte de la cultura popular mexicana y es uno de los mayores símbolos del Día de Muertos, acaso porque en la muerte todos somos iguales, sin importar estatus socioeconómicos. La importancia de esta figura ha trascendido a otros países como un homenaje a la memoria y a los seres queridos que ya no están presentes en nuestra existencia-

XIM 420: BODY PAINTER LAGUNERA
Ximena Nájera Martínez, conocida como Xim 420, es una joven maquillista y body painter originaria del Cerro de la Cruz, en Torreón, Coahuila. Es una mujer sin temor a relacionarse, que recuerda con mucha alegría y cariño las calles que la vieron crecer. Aunque la falta de recursos y la violencia también formaron parte de aquellos años, eso no hizo que perdiera la inspiración y la voluntad parasalir adelante. Esa fuerza la manifiesta mediante la pintura corporal, donde reafirma su postura feminista y donde encuentra su libertad.
“Vengo de un mundo donde te imponen ser más limitada, pero yo no soy conformista”, asegura, y eso lo demuestra con todo lo que expresa a través de su piel. “Desde el momento en el que yo me subo al camión siento esta presencia o estas miradas malas [...] También en mi trabajo, de verme así, sólo porque estoy tatuada y porque soy mujer. Desde el momento en el que yo me subo al camión, las miradas son a mí, pero aun así tengo muy presente quién soy y lo que represento”.
Su nombre artístico es una fusión de su nombre personal y una cifra que se remonta a una etapa clave en su vida, pues cuando decidió independizarse para comenzar a construir los cimientos de sus sueños, el número de la casa que rentaba era el 420. “Enuno de los cuartos de esa casa fue cuando empecé a visualizarme profesionalmente. Ahí decidí que yo quería mi espacio y quería un salón de belleza”.
Inicialmente, el maquillaje fue para Xim 420 un método de supervivencia: al ser víctima de violencia doméstica, lo usaba para cubrir sus hematomas, hasta que se dio cuenta de que necesitaba irse de ese lugar para seguir sus sueños.
“La persona a la que yo más idealizaba me hizo sentir que no merecía este camino. En su momento me lo creí, pero dentro de tanto caos comprendí que mi camino era el arte. Dejé muchas cosas, incluso personas, para entender cuál era mi camino, un camino que incluía mucho dolor, y supe que mi manera de analizar o sanar ese dolor era trazando, era dibujando, construyendo y decidiendo mi libertad por medio del arte”.

De manera autodidacta, desde la soledad, descubrió su talento. Comenzó a comprender sus emociones y las transformaba en pinceladas.
“Estoy leyendo un libro que se llama Tus zonas erróneas, del doctor Wayne Dayer; este libro comparte que los sentimientos son la respuesta de tus pensamientos. En mi caso, mi arte fue, es y será el sentimiento de todos mis pensamientos”.
Su trayectoria profesional comenzó con el maquillaje social, como un ingreso extra para sustentarse económicamente, pero terminó por enamorarse del maquillaje artístico. Su interés por caracterizar a cosplayers —personas que se disfrazan profesionalmente de personajes ficticios— la motivó a experimentar con texturas, productos y brochas especiales, realizando algunos proyectos para sí misma, pero también brindando sus servicios para la temporada de Halloween. Fue entonces que los catrines al estilo chicano se convirtieron en su especialidad.
Xim 420 disfruta el proceso de cada body painting de manera particular, pues la improvisación es una de las características de su trabajo, que destaca por la fluidez de técnicas e ideas que decide mezclar.
La artista ha participado en el concurso de catrinas del Festival de Día de Muertos organizado por LOS BUCHIS 35 en la colonia Santa Rosa, en la ciudad de Gómez Palacio. También fue modelo catrina en el videoclip oficial “Cmps13”, colaboración de los raperos locales Beylaese Kra’Sucia y Morenos Music, y exhibe el resultado de sus body paintings en eventos de hip hop, además de maquillar a modelos para sesiones fotográficas.
“Para mí, el realizar catrines se ha convertido en algo de valor, el recuerdo de lo que realmente somos; recordar a mi familia, mis seres queridos, los que ya no están con nosotros. Por eso es que soy muy perfeccionista a la hora de trazar y corregir”.
Su artista favorito es Vincent van Gogh y, así como él es recordado por su arte, a Ximena le gustaría que su familia y amigos la recuerden por cada obra plasmada sobre diversas pieles.
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