
Repertorio. El Nazas recibió obras de Moncayo, Márquez, Revueltas, Zyman y Rodríguez.
La noche del viernes se envolvió en fulgor patrio, luego de que Camerata de Coahuila saliera al escenario del Teatro Nazas para ejecutar su segundo concierto de la temporada Otoño-Invierno 2025, mismo que fue titulado 'México Sinfónico'.
El programa de mano indicó partituras de música mexicana compuestas en los últimos 60 años del siglo XX, más una perteneciente a los albores del siglo XXI: Música para charlar (1938), de Silvestre Revueltas; Tierra de Temporal (1949) y Huapango (1941) de José Pablo Moncayo (1941); Mosaico Mexicano (2002), de Antonio Rodríguez; Encuentros (1992), de Samuel Zyman y Conga del fuego nuevo (1999), de Arturo Márquez.
Una proyección dibujó el logotipo de Camerata envuelto en una bandera tricolor. Los músicos terminaron de afinar sus instrumentos alrededor de las 20:30 horas. Tras el concertino Ismael Estevané, el maestro Ethan Eager salió a escenario para subir al estrado y agitar su batuta como si se encontrase en un jaripeo, ante un público que abarrotó el teatro.
Música para charlar, del duranguense Revueltas fue la obra encargada de inaugurar la noche mexicana con su misticismo y tradición. Le continuó Tierra de temporal, la cual Camerata interpretó por vez primera en sus 30 años de historia, y el Mosaico Mexicano, compuesto por Rodríguez.
Además, se ejecutó al último el Vals sobre las olas de Juventino Rosas.
La fiesta tuvo una pausa, pero tras el intermedio, Encuentros, de Zyman y Conga del fuego nuevo, de Márquez, elevaron el sentimiento patrio del público asistente.
El cierre se dio con el mítico Huapango de Moncayo, una obra que ha dado la vuelta al mundo. Eusebio Ruvalcaba escribió que el estreno de la obra, en 1941, marcó un acontecimiento en la vida musical de México. Hay quienes lo consideran un segundo himno nacional, capaz de evocar la Suave Patria de López Velarde.
Como añadido, los músicos comenzaron a interpretar el Son de la Negra, entre aplausos y vitoreos.