Más de 700 corredores con sus trajes del popular personaje Santa Claus, dieron vida a esta convivencia atlética navideña. (Ramón Sotomayor)
Centenares de entusiastas corredores laguneros, dieron vida ayer a la segunda edición de la carrera atlética “The Santa Run 5K y 10K”, que tuvo como puntos de partida y META las instalaciones del Club Campestre Torreón, en donde el espíritu navideño llegó también mediante la actividad deportiva.
GRATA CONVIVENCIA
Fue una fresca mañana, ideal para la práctica de la actividad atlética al aire libre, y para tener una experiencia aún más navideña, que se realizó esa prueba de convivencia en la que participaron 751 corredores, todos disfrazados del popular personaje Santa Claus, símbolo universal de las fiestas decembrinas. Desde una hora antes del arranque de la carrera, cuyo disparo de salida se escuchó a las 8:00 horas, empezó a formarse una auténtica marea roja en el acceso principal del Club Campestre Torreón, donde las sonrisas fueron el común denominador.
El recorrido se realizó a través del Paseo del Campestre y la avenida Central, de la colonia Torreón Jardín, como principales vías, en las que se dieron cita numerosos laguneros que acudieron a observar la peculiar carrera y a sumarse a ella de distintas maneras: con porras, instrumentos musicales e incluso ornamentos navideños y para rematar, disfraces de emblemáticos personajes, como El Grinch.
La prueba atlética, en ambas distancias, fue cronometrada y bien medida en cuanto a los metros recorridos, pero con todo y eso, fue meramente de convivencia, por lo que no se decretaron ganadores de primeros lugares.
Al llegar el último corredor a la META, se dio paso a una amena convivencia navideña en los jardines del club, donde se ofrecieron bebidas calientes y también isotónicas para la recuperación, además de los bocadillos tradicionales de las fechas.
“Yo le voy a pedir unos tenis nuevos a Santa Claus”, bromeó uno de los participantes, durante la charla que sostuvieron centenares de laguneros ataviados con sus gorros rojos, mostrando aún las huellas del sudor generado por el esfuerzo de recorrer 5 mil metros, o incluso los 10 mil que ofreció esta peculiar prueba.