
Coahuila presentó una disminución de 0.5% respecto al mes anterior.
En junio de 2025, estados como Nayarit, Sinaloa y Tamaulipas registraron avances significativos en su actividad económica, Coahuila y Durango enfrentaron retrocesos que han encendido focos de preocupación entre empresarios, trabajadores y autoridades locales.
De acuerdo con el Indicador Mensual de la Actividad Industrial por Entidad Federativa (IMAIEF) del Inegi, Nayarit lideró el crecimiento con un incremento mensual de 6.9%, seguido por Sinaloa (5%) y Tamaulipas (2.9%). A nivel anual, también destacaron Baja California Sur, Michoacán y Colima, consolidando una tendencia positiva en diversas regiones del país.
En contraste, Coahuila presentó una disminución de 0.5% respecto al mes anterior y de 1.8% en comparación con junio de 2024. Aunque el retroceso fue moderado, se atribuye principalmente a caídas en sectores clave como la minería (-10.2%) y la generación eléctrica (-10.7%). La única excepción fue el sector de la construcción, que creció 21.3%, lo que ayudó a amortiguar el impacto general.
Durango, por su parte, enfrentó una contracción mucho más severa: -5.6% mensual y -17% anual. Todos sus sectores industriales mostraron retrocesos, siendo la construcción (-30.1%) y la minería (-9.2%) los más afectados. Esta caída refleja un debilitamiento estructural que podría tener consecuencias graves en el empleo, la inversión y el dinamismo económico de la entidad.
A nivel nacional, la actividad industrial apenas retrocedió 0.4%, lo que evidencia que el impacto en Durango fue significativamente más profundo que el promedio del país. Mientras otras entidades logran capitalizar inversiones, mejorar infraestructura y diversificar su producción, Coahuila y Durango parecen estancarse en sectores vulnerables y con baja capacidad de recuperación.
Expertos señalan que la falta de políticas regionales efectivas, el rezago en innovación y la dependencia de industrias tradicionales podrían estar detrás de esta brecha creciente. Además, la necesidad de fortalecer las cadenas productivas locales, atraer inversión y mejorar la capacitación laboral se vuelve urgente para evitar que el rezago se convierta en una tendencia permanente.