
¿Cómo el caso de un hombre deportado por error a El Salvador está causando una crisis constitucional en EUA?
La deportación de un residente legal de nombre Kilmar Abrego García de Estados Unidos a una de las prisiones en El Salvador se ha tornado en una posible crisis constitucional.
Mientras el gobierno de Donald Trump y el Departamento de Justicia hacen todo lo posible para negarse a traerlo de regreso, la Suprema Corte de Estados Unidos ya se pronunció diciendo que se debe “facilitar” su retorno.
Abrego García desde el inicio del proceso y de acuerdo al diario The Washington Post nunca había sido detenido ni acusado de algún crimen fuera en Estados Unidos o El Salvador de donde era originario y de donde huyó al intentar ser reclutado para unirse a una pandilla.
Pese a ello, luego de que el gobierno de Trump declara a la Mara Salvatrucha como una organización terrorista extranjera, se han realizado constantes redadas y deportaciones de migrantes a El Salvador bajo señalamientos de ser miembros de pandillas. Esto pese a que medios han documentado que “muchos” no tenían antecedentes criminales en Estados Unidos y habían sido objeto de las autoridades solo por tener tatuajes. A cambio de admitirlos en prisión, El Salvador recibe 6 millones de dólares.
Ayer el presidente Nayib Bukele y Donald Trump sostuvieron un encuentro en la Casa Blanca, donde al responder a cuestionamientos de medios, el mandatario centroamericano respondió en extremo con su negativa de liberar y enviar de regreso a Abrego García.
“¿Cómo puedo regresarlo a Estados Unidos, ¿Yo lo contrabandeo a Estados Unidos? Claro que no voy a hacerlo. La pregunta es prepostera. ¿Cómo puedo contrabandear a un terrorista a los Estados Unidos?”
Luego que una corte en Estados Unidos pidiera conocer el estado de Abrego García, se reportó que está “vivo y seguro” en la mega prisión salvadoreña. Mientras tanto el gobierno de Trump ha entrado en conflicto con los jueces ya que si bien acepta que fue un error su deportación, ahora solo pueden “facilitar” que no tenga obstáculos para volver a Estados Unidos, al tiempo que dicen que ya no tendría la protección de la deportación que hubiera prevenido la situación.
Incluso el Departamento de Justicia y el secretario de Estado, Marco Rubio, se han defendido señalando que las cortes no tienen autoridad para dirigir la política exterior del Poder Ejecutivo, lo que sería necesario para lograr la liberación de Abrego García.
El riesgo latente ahora es que Kilmar sea un caso más de los próximos que podrían presentarse ya no solo entre residentes, también de ciudadanos estadounidenses ya que Trump ha dicho que no tendría problemas en enviarlos a prisión a El Salvador, donde no solo se violarían sus derechos humanos sino que el gobierno federal podría excusarse al decir que no puede interferir con una nación soberana, como escribió la columnista Monica Hesse.