
Cierre. La primera edición del Festival Literario de Autoras “Amiga, yo te leo” concluyó con la conferencia ““Magdalena Mondragón. Justicia social y derechos de las mujeres” a cargo de Ruth Castro.
Rosa Gámez Reyes Retana miró a través de sus anteojos el reconocimiento que le entregó el primer Festival Literario de Autoras “Amiga, yo te leo”, el cual este viernes 3 de octubre tuvo su segunda y última jornada en la biblioteca de la Universidad Iberoamericana Torreón.
El homenaje a la poeta lagunera ocurrió alrededor de las 17:00 horas, después de que concluir la mesa redonda de mujeres y letras titulada “Por cierto, ¿sobre qué escriben las autoras laguneras?”, donde también participaron Nadia Contreras, Erika Soto, Nadja Milena Muñoz, Bety Pérez Alemán y Julie Ibarra Rossow, además de Mónica Rodríguez y Luisa Villarreal, fundadoras de Otroras Se resaltó la trayectoria de Rosa Gámez Reyes Retana, quien a sus 95 años de edad ha destacado por su labor como escritora y promotora cultural y a quien además, en 2023, el Ayuntamiento de Torreón le otorgó la Medalla Magdalena Mondragón.
No obstante, la segunda jornada del festival inició horas antes.
A las 13:00 se efectuó la charla literaria “Xkik, la princesa rebelde. Chocolate y literatura”, por Gloria Cacep. Y a las 14:00 horas se gestó la charla entre Alejandra Aguilar y la periodista Marcela Pámanes.
INTERVENCIÓN DE KARLA ZÁRATE
A la 17:30 horas, el programa indicó la presencia de la escritora Karla Zárate (Ciudad de México, 1975). Autora de novelas como Rímel (2013) y Llegada la hora (2019), además del compendio de cuentos [De] mi piel (2023), participó en la charla denominada “Antología literaria”. Estuvo acompañada por Mónica Rodríguez y Luisa Villarreal.
En primera instancia habló de Rímel, su novela debut. Confesó que antes solía escribir cuentos y que esa obra la redactó en una especie de estado alterado de la conciencia. La narración aborda la historia de dos hermanos desde las distintas perspectivas de ambos personajes, quienes lo comparten todo desde un nivel insospechado.
“Siempre creo que lo que hay en nuestro cuerpo es un acto de fe. Yo no he visto mi corazón ni mi páncreas, tampoco escucho la sangre que corre por mis venas. Entonces lo exploro en mis personajes”.
Hay una constante intención de “romper la piel”. Mónica Rodríguez le cuestionó a Karla Zárate qué emana de ella si se habla de una piel literaria. Zárate no dudo en decir que “la palabra”.
Influenciada por las teoría psicoanalíticas, la escritora ha sido capaz de formar personajes sólidos y humanos.
Su segunda novela, Llegada la hora, aborda la historia de un cocinero mexico-americano en la prisión de Hunstville, Texas. Él se encarga de cocinar la última cena para los presos condenados a muerte. De nuevo brota el psicoanálisis: la pulsión de vida y la pulsión de muerte. Hay una cuestión constante sobre el final de la existencia, un juego de matices donde no todo se tiñe de blanco o negro.
Asimismo, Zárate habló de su nueva novela, donde aborda a una escritora mujer y que quizá sea el personaje con el que más se ha identificado. Según se lee en la página de la editorial Planeta, se trata de “un thriller literario, oscuro, femenino y visceral sobre la violencia, el deseo, la envidia creativa y la pulsión de escribir”.
De su libro [De] mi piel leyó el texto Autofagia y Besos sin cubrebocas. Además, tocó el tema de su columna Ojos de perra azul, que publica en El Cultural, y otro punto fue su libro infantil titulado Ella es Pera (2019).
RECORDANDO A MAGDALENA MONDRAGÓN
Para cerrar la jornada y el festival, pasadas las 19:00 horas dio inicio la conferencia “Magdalena Mondragón. Justicia social y derechos de las mujeres”, a cargo de la escritora, editora y columnista de El Siglo de Torreón, Ruth Castro.
Magdalena Mondragón inició su carrera en El Siglo de Torreón en 1927, donde laboró como secretaria. Su interés literario fue descubierto por don Antonio de Juambelz y después escribió la columna Sin malicia. Fue pionera en el periodismo nacional, pues fue la primera mujer en dirigir un periódico mexicano en 1950 (La Prensa Gráfica). Su papel en la literatura también fue crucial, pues abrió puertas a muchas otras mujeres que deseaban que sus ideas fuesen impresas, y además firmar sus obras con sus nombres propios y no con seudónimos.
“Magdalena recordaba a don Antonio de Juambelz como un hombre que impulsó su carrera periodística y literaria”.
Ruth Castro habló de la investigación que realizó sobre la periodista lagunera. Inició en 2019. Lo primero que hizo fue una recapitulación de lo que Magdalena Mondragón había trabajado. La información recabada por Castro se convirtió en un reportaje publicado en la revista Siglo Nuevo en julio de 2023 y obtuvo el Premio de Periodismo Cultural “Armando Fuentes Aguirre” de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC) en 2024.
Enseguida, ante el público asistente, enlistó algunas de las obras literarias de Mondragón: Puede que para el otro año (1937), Norte bárbaro (1944), Yo como pobre (1944) —que ganó un premio en Nueva York como el mejor libro del año—, Más allá existe la tierra (1947), El día no llega (1950), Tenemos sed (1956), Habla un espía (1961) —la cual publicó bajo el seudónimo de Vera Seminoreff— y Mi corazón es la tierra (1967). Las temáticas en las novelas de Mondragón fluctúan entre el campo mexicano, la tierra, personajes marginales y sucesos en México tras la Revolución mexicana. También escribió teatro, poesía, ensayo y crónicas de viaje.
Ruth Castro cerró su conferencia con un suceso triste en la vida de Magdalena Mondragón.
En 1969, donó a la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC) una cantidad numerosa de objetos de arte para la creación de un museo. Por algún tiempo las piezas se resguardaron en un anexo de la Preparatoria Venustiano Carranza en Torreón, pero luego el museo fue saqueado y hasta hoy se desconoce el paradero de las obras.
“A Magdalena Mondragón le afectó bastante saber que la obra artística reunida durante más de 50 años, y entregada a Torreón para que tuviera su primer museo, no fuera protegida ni valorada; deuda que sigue teniendo la ciudad con ella, pues estos hechos no se han aclarado”.
Según un acta notarial, Mondragón entregó a la universidad 86 obras de pintores, entre las que se encontraban piezas de José Clemente Orozco, Desiderio Xochitiotzin, Manuel González Serrano, Luis Arenal, Aurora Reyes, un mural de Carlos Humberto Valencia, así como esculturas antiguas y modernas, y artesanías de todo el país. También donó tres mil libros para que se inaugurara una biblioteca con el nombre de Vito Alessio Robles.
Al término de la conferencia, las fundadoras de Otroras le entregaron un reconocimiento a Ruth Castro, concluyendo así con el festival.