El escenario ya es muy conocido en las "mañaneras" sucesos internos de violencia como el asesinato de Carlos Manzo, alcalde de Uruapan, Michoacán, que detonó una serie de ataques contra medios de comunicación, periodistas, comunicadores y analistas, por parte de la Presidenta Claudia Sheinbaum, los adjetivos no se hicieron esperar: "comentócratas, carroñeros" volvió a culpar a la Derecha del agravamiento del problema de los cárteles, que es el resultado de la ausencia de una política efectiva de seguridad nacional y sin reclamo alguno a las acciones del ex presidente Andrés Manuel López Obrador, responsable de una crisis que tiene raíces profundas pero que no logró ningún signo de disminución a la delincuencia organizada, si no una intensificación de los conflictos afectando Estados y Municipios así como sus formas de organización económica y social. No existió un clima de cooperación con los productores ni con las organizaciones civiles que se vieron afectadas por la exigencia de pagos por un trabajo realizado en bien del país, poco a poco se fue ausentando la convivencia pacífica, la solución objetiva y el diálogo político que permitiera reducir tensiones extremas, por el contrario se incrementaron las acusaciones y resentimientos contra partidos y gobiernos anteriores hasta llegar hoy a lo que estamos viviendo: violaciones a los Derechos Humanos, crímenes, desapariciones, el extremismo y la actitud de resolver "solos" y con la política social un problema de magnitud gigantesca.
Uno de los mayores señalamientos a la Presidenta es no asumir la autocrítica y reconocer fallas en la estrategia de Seguridad Nacional, así como en la Economía al expresar que estamos "muy bien" como país. Rudolf Barho asesor económico en la década de los ochenta del Gobierno Alemán y autor del Libro "Las Alternativas de Europa del Este" acuñó la frase "Socialismo Realmente Decadente" como resultado de una confluencia de terribles experiencias, que no pasarían la prueba de fin de siglo sin cambios ni reformas profundas, producto de la experiencia de la sociedad así como de exigencias al darse cuenta de otros modelos más exitosos para su beneficio, a esos Estados los llamó Minotauros de la Dominación, estaba en marcha el choque de ideologías.
Mijail Gorbachov uno de los grandes líderes de la Ex Unión Soviética no se limitó al vocablo retórico; analizó que la perestroika reforzaría las áreas de libertad sometiendo su tesis a la implacable prueba de la autocrítica y señalando que la política económica no eliminaría en sí misma desequilibrios, producto de concepciones diametralmente opuestas a un sistema de mercado perfectamente enfocado a fines no económicos, abordó sin más preámbulos el nuevo pensamiento bajo los nombres de "otro desarrollo" "autosuficiencia" "estabilidad generada internamente" en consecuencia, Gorbachov se propuso la tarea de conducir al país a la luz de las circunstancias particulares que luego pasarían a una economía de mercado.
El Jefe Soviético afirmaba que en cualquier caso, la transición debería observar una serie de categorías que volverían vulnerable su viabilidad frente a Occidente y que deberían adaptarse a un esquema de corto, mediano y largo plaz. En la última visita que realizó el equipo de economistas rusos a los Estados Unidos pusieron énfasis en la percepción de éstos cambios para aprender del éxito económico de los norteamericanos y hasta qué punto ese mercado sería un modelo a seguir, por algo era el país más industrializado del mundo, situación que contrastaba con la ex Unión Soviética y los países del Bloque Socialista: Polonia, Hungría, Yugoslavia, sin duda ajenas al libre mercado. Lo más sorprendente para los Rusos fueron los esquemas de planeación estratégica de los Estados Unidos, de sus Empresas y de los resultados por ejemplo: Fuerza de trabajo adaptada al concepto de mercado competitivo, personal con capacitación técnica moderna, administradores eficientes, manejo de precio, oferta y demanda con prioridad económica, Educación orientada al mercado, progreso científico y tecnológico desde luego a esto se agregaría la creatividad y la invitación para trabajar y producir en ese gran país, de ahí se generó la idea de su nueva política económica. En el caso de la economía mexicana lo he comentado en otras publicaciones: faltan elementos de cambio, de transformar y aceptar que las presiones arancelarias alejan utilidades e inversiones que la revisión al Tratado de Libre Comercio estará sujeta a presiones muy diversas, que ya se refleja la caída de los indicadores básicos así como el pobre crecimiento del producto interno bruto. Todo esto acerca más a una reforma fiscal lo cual se vuelve una trampa maniquea para el desarrollo del país, los problemas se siguen multiplicando, bloqueos y manifestaciones violentas agregándose en política exterior la ruptura de relaciones diplomáticas por los señalamientos del Gobierno del Perú al no respetar México su política interior.
Pero no todo es economía uno de los factores que se ha difundido en la mañanera es el humanismo mexicano, un término que no tiene principio y se vuelve una referencia circunstancial, un concepto que es un libelo de acusaciones contra medios y periodistas. Ahí es donde debe aclararse el fín de la cita y si es posible, demostrar si el pueblo de México entiende su fín y resultados.