Conferencia de María Luz Castellano Ortega invitará a tomar la vida en Torreón
Era la semana 20 de su segundo embarazo. Los médicos detectaron en su bebé una condición en uno de sus órganos vitales. Tras un lacerante silencio, vino la incredulidad, luego la angustia.
María Luz Castellano Ortega salió de aquel consultorio con los papeles del aborto en la mano y el rostro empapado en lágrimas. De pronto vio cómo se abrían grietas del pasado, amenazaban con hacerse precipicios. Todo se tornó tan confuso.
“Yo tengo una infancia en la que vivo con la depresión, con la tristeza, con la muerte. Convivo con los suicidios de familiares cercanos. Y desde los seis años con la depresión de mi padre hasta el día que fallece, cuarenta años después. Entonces, otra vez la muerte en mi vida aparece de nuevo, otra vez la oscuridad”.
Pero sintió que el bebé se movió en su vientre y ella se percató de que tenía tres opciones: abortar, tenerlo y quejarse toda la vida de su condición o buscar herramientas que la apoyaran para poder apoyar al bebé y hacer su camino en presente. Eligió la tercera y nació Mauro.
La terapeuta y escritora española María Luz Castellano Ortega plasma toda esta experiencia en su libro ‘Condición o bendición. Camino en presente’ y vendrá a Torreón a impartir la conferencia ‘Camino en presente. Recuerda tu muchosidad’.
El evento tendrá lugar el próximo 13 de noviembre, en punto de las 18:30 horas en el Centro de Convenciones Torreón (CCT), en una iniciativa de las asociaciones civiles Sonrisas Laguna, Camila, y un proyecto de Dejando Huella.
“Es recordar tu esencia, tu autenticidad, dejar de sobrevivir y tomar la vida. Somos niños heridos jugando a ser adultos y creo que hay mucho por aportar. También es un encuentro, porque ya todo está en nosotros. No es nada nuevo, es algo que traigo para recordar que ya está en ti. Ahora no lo puedes entender, pero en el momento de la conferencia se va a entender muy bien. Nos llevamos por los programas de la infancia, por toda la parte elemental. Se nos olvida la parte emocional, la parte espiritual y la parte física. Traigo experiencias para vivir en primera persona”.
ABRAZAR LOS MIEDOS PROPIOS
Aclara que, aunque ella decidió tener a su hijo, no está en contra del aborto ni de las decisiones que cada ser humano consciente pueda tomar con su cuerpo. Según sus palabras, la experiencia de su segundo embarazo le permitió escribir un libro donde plasma herramientas para que las personas dejen de sobrevivir y empiecen a vivir.
“Fue lo que me pasó: dejar de sobrevivir a lo típico y hacer algo diferente. Ya sabemos qué es lo típico. Y entonces, esta llegada de un hijo fue invitarme a vivirme desde otro lugar, a tomar la vida”.
En La revolución de la esperanza (1968), el psicoanalista Erich Fromm habla sobre que la esperanza no es sólo una expectación en la que se tenga que esperar contemplativamente para que las cosas cambien por sí solas, sino que se debe tener el valor para tomar decisiones como acciones revolucionarias. Para María Luz, la esperanza fue oxígeno puro.
“Es su papel principal, sobre todo la fe. Para mí la fe es tener fortaleza y esperanza. Y en el momento en que te dices ‘sí’, tomas acción; hay que tomar acción pase lo que pase. Yo no pensé en qué iba a pasar al final. Yo pensé en dar cada día un paso por el niño y a la vez lo estaba dando por mí. Entonces, creo que como dice Alejandro Jodorowsky: entre hacer y no hacer, siempre hay que hacer para que no quede la duda de lo que podría haber sido”.
María Luz tiene una frase: “Cuando abrazas el miedo, se te abre el cielo”. Asegura que el miedo es un gran indicador para saber qué camino tomar en situaciones complejas. El primer paso consiste en hacer una muda de piel. Muerte y renacimiento: despedirse de la persona que antes se fue y recibir a otra más a atrevida, capaz de tomar acción con sus manos.
Hoy Mauro, su segundo hijo, tiene nueve años y no cesa de impartirle lecciones de vida. Una de ellas es “cree en ti, confía en ti y en Dios, que siempre te lleva de la mano y nos asiste. Me he criado en la religión católica, pero hablo de algo mucho más grande, algo que ya está en nosotros. Al final es descubrir a Dios dentro de ti. Dios no está tan lejos ni afuera, está dentro de cada uno de nosotros”.