De la perfección a la realidad

¿Cuáles son los ojos con los que mira? ¿Son perfectos sus ojos al mirarte? ¿Y al ver a los demás? ¿Estás seguro que experimentas todos los colores? ¿Puedes saborear una pintura?, ¿aceptar alguna mancha mal lavada en una camisa blanca?

La perfección va más allá de la estética misma, de un encuadre adecuado en una fotografía, porque lo cierto es que formamos criterios por la manera en que observamos el mundo. Por ello la perfección es distinta para unos ojos manchados por la envidia o para unos ojos contaminados por el exceso de libido.

Ante esta disyuntiva, resulta en extremo incómodo —y hasta desesperante— cuando vemos a una persona en extremo perfeccionista trabajar, ya que, bajo sus estándares, algo jamás estará bien hecho, jamás podrá llegar a la perfección y, en efecto, hay un abismo entrela perfección y la realidad.

La búsqueda de un blanco extremo o un negro profundo impiden ver un gris perfecto. De este modo, la realidad para quienes buscan la perfección suele ser siempre “imperfeta”, aunque así sea el mundo en que vivimos. No existen una guerra o un accidente trágicoperfectos, pero sí hay amaneceres inolvidables. Todo confluye en un mismo cuadro.

En términos de análisis económico, por ejemplo, al hablar de capitalismo vendrán a la mente de muchos esas impresionantes calles de la ciudad de Nueva York, los rascacielos de Dubái, las bellas playas privadas de Playa del Carmen o en Bali, pero a un lado de toda esa hermosa arquitectura, justo a un costado, hay ríos llenos de toneladas de basura y personas viviendo hacinadas en cuartos de tres por tres metros cuadrados.

Están, además, las subculturas que existen en tantos lugares y que en México se manifiestan, por ejemplo, con los corridos belicosos, los anillos y cadenas de oro, los autos de lujo y el champán más costoso. En todo este mundo también hay una realidad que atemoriza aún más: los ‘“embolsados”, los descabezados, los niños huérfanos y una sociedad cada vez más enloquecida por las drogas sintéticas.

Por cada corrido belicoso cantado por miles de fanáticos a todo pulmón —ya que es “pegajoso” y perfecto—, hay una realidad muy distinta. Quien no está dispuesto a acercarse a esa realidad vive en un sueño con olor a gardenias y sabor caramelo donde jamás sepodrá disfrutar un gris.

De igual manera, entrar a una redacción, ojear una revista, revisar un portal de noticias o scrollear en cualquier red social resulta ser muy frustrante para un perfeccionista, pues retrata la realidad. Una realidadllena de errores, imperfecciones, personas criticables, vidas privadas que se convierten en públicas y sonrisas falsas con dientes extremadamente blancos. Hay siempre una especie de subjetividad al momento de escribir, aunque sólo sea la descripción de un papel en blanco. El error existe.

Así, mientras manejamos tranquilamente, pensamos en lo frustrante que es que los baches estén a la orden del día cuando pudieran no existir. Esto aplica tanto de forma metafórica como literal, porque en nuestra Comarca Lagunera los baches son el pan de cada día. La lluvia armoniosa que refresca los días de calor también causa inundaciones y destruye vidas.

Sería importante empezar a preguntarnos qué tanto influimos nosotros mismos para encontrarnos en un mundo tan perfectamente imperfecto. Es posible que la caridad, el altruismo y el trabajo comunitario nos ayuden a darnos cuenta de lo que es verdaderamenteimportante: los seres vivos, y esto nos permitiría no estar pensando en nimiedades.

smunoz@elsiglodetorreon.com.mx