Desde la llegada de Donald Trump al poder ya se iniciaba una escalada de situaciones que fueron colocando a China en la geopolítica que cambiaría el comercio exterior hasta entonces respetado, la diferencia fue el poder político de los Estados Unidos. Para la estrategia comercial del Gobierno el gran obstáculo, por ejemplo, era la relación en aumento de nuestro país con varias economías asiáticas, desde luego, la visión del Presidente Trump estaba fija en China por su modus operandi así como el desplazamiento en la competencia legal a las industrias norteamericanas y la afectación a los ingresos y la inversión. No es fácil abordar conclusiones más cercanas a la realidad, por la vorágine de acontecimientos que de una estrategia comercial el problema se convirtió no solo en una guerra de poderes sino en un escenario geopolítico que afectará a la gran mayoría de los países, tengan o no necesidad de depender del comercio exterior. Baste recordar que fueron los Estados Unidos en la década de los ochentas que marcaron las reglas del Liberalismo en el Consenso de Washington, que fue la carta de presentación del Neoliberalismo, término abordado por el economista inglés John Williamson y avalado por Organismos Internacionales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, El Banco Interamericano para el Desarrollo, El Departamento del Tesoro, así como Organizaciones Financieras Internacionales. De su difusión y revisión final se encargaron los Economistas Norteamericanos, así como prestigiadas Universidades que propusieron un nuevo paradigma en las relaciones públicas: Lograr el crecimiento económico liberalizar las importaciones y las exportaciones, minimizar gasto público, facilitar la entrada de la inversión extranjera, dar facilidades a las empresas privadas recomendando las privatizaciones, menos gobierno más economía. El modelo se aplicó en América Latina con gran rapidez. Volviendo a la situación actual, el Presidente Trump ha pasado por alto a los Organismos Internacionales por una supuesta inequidad que ha perjudicado a la economía de Estados Unidos. Desde el 7 de Agosto se hizo público que todas las exportaciones e importaciones tendrían aumentos arancelarios, a China en la última semana se le aplicó un 100% adicional lo que afecta su desarrollo tecnológico así como la prohibición de ofrecer semiconductores con componentes norteamericanos. A lo anterior se agregan las declaraciones del Secretario de Comercio Howard Lutnick en coordinación con el Secretario de Estado Marco Rubio y el Secretario del Tesoro Kenneth Bessent para advertir que países que importen petróleo Ruso pagarán aranceles ad valorem. La reacción de los países europeos fue inmediata. La Presidenta de la Comisión Europea Ursula Von Der Leyen y el Presidente Trump firmaron un contrato el 27 de julio que contempla un arancel del 15% para compra a Estados Unidos de Combustibles Nucleares con valor de 750,000 millones de dólares, la desproporción es clara surge el proteccionismo para demostrar una vez más el poder, no de una corriente o escuela del pensamiento actual, si no de la fuerza del Presidente Trump. La democracia fue el sistema político recomendado por el liberalismo pero el cambio geopolítico no permite enfrentar el estatus quo que suponen los aumentos de precios, y desde luego los problemas de gran cantidad de gobiernos autoritarios, sobre todo en América Latina.
Emanuel Kant afirmaba lo siguiente: "los seres humanos no son como las mercancías, pues no tienen precio ellos tienen en cambio dignidad" agregó a esta cita, además, la defensa que hizo Friedrich August Von Hayek en su Teoría del Libre Mercado, Economista Austriaco reconocido como el Ideólogo de la Revolución Conservadora que adoptaron Ronald Reagan y Margaret Thachter. Hayeck subraya en su obra que los fundamentos de la libertad son el Estado de Derecho y el respeto a las leyes, el Estado no debe imponer normas que frenen cualquier acto comercial y que dañe un concepto básico de la economía: la distribución de la riqueza.
China y Brasil son los países más afectados por el monto de aranceles sobre todo el país asiático que se ha estado enfrentando a la negativa de Estados Unidos de permitirle que utilice a México para llegar al mercado norteamericano, afectando el ingreso nacional. El Presidente de la República Popular de China XI Jinping y el actual responsable del Ministerio de Comercio Wang Wentao por lo pronto han empezado a reaccionar en forma más agresiva y lo mismo podría suceder con Corea, Taiwán, Japón y Rusia mientras el proteccionismo norteamericano ya ganó varias batallas.