Los presupuestos de ingresos y gastos para 2026 anunciados por la Jefe del Poder Ejecutivo esta semana, son la primera de varias claves para evaluar el nivel de salud del gobierno como también la relación entre la potencia socioeconómica del país y la riqueza general de la comunidad expresada como PIB o PNB
El déficit o superávit que ocurre con la sociedad muestra el grado en que es eficiente o no para satisfacer las necesidades o aspiraciones de la población en general.
El presupuesto de ingresos para 2026 habla de 8 billones de pesos, mientras que el de egresos prevé gastos de 10 billones de pesos, es decir, un déficit de 2 billones. La recaudación y demás ingresos de la federación no bastarán para cubrir los gastos previstos. La situación será grave ya que un alto porcentaje de los egresos son rubros comprometidos en programas sociales o endeudamientos de obra pública ya contratada.
En Mexico sentimos alto un déficit fiscal de 4 o 5%pero en otros países el déficit fiscal puede ser más alto pero sin deteriorar el nivel de vida.
Siendo este el caso, el gobierno tendrá que endeudarse para cubrir el déficit resultante lo que implica pagar el costo financiero correspondiente.
La solución estará en aumentar impuestos o estimular una mayor producción gravable siendo evidente que el camino más sólido es el de estimular una producción adicional de artículos y servicios y así aumentar la riqueza nacional.
La capacidad de cumplir el reto de mayor producción dependerá de poder crear fuentes disponibles o potenciales de los nuevos bienes o servicios requeridos. Se entiende que las necesidades reales de la comunidad comienzan por las tres básicas a saber: salud, educación y seguridad.
Por otra parte, un déficit en comercio exterior puede significar una activa industria de maquila que genere ganancias netas a la comunidad, o que las importaciones son excesivas respecto de la capacidad de producción nacional. En cuyo caso la solución estará en remediar con mayor producción exportable.
Una vez atendidos los rubros básicos mencionados además de los también demandados por la sociedad la tarea del gobierno consiste en evitar que los ingresos no se dispersen en corruptelas y cuidar que los egresos se ciñan a los verdaderos costos de adquisición. El gobierno debe saber encauzar las energías de la sociedad sin desvíos ni filtraciones.
En México, sin embargo, desde hace muchas décadas la corrupción ha drenado los recursos obtenidos por la recaudación. Por otra parte, el pago por el gobierno por encima de los costos reales se volvió costumbre que en la administración de Amlo aumentó estratosféricamente.
La percepción del público ha sido constantemente negativa tal y como ha sido descrita por múltiples encuestas realizadas a lo largo de los años recientes.
Finalmente, la relación entre ingresos y gastos del gobierno o la eficiencia gubernamental no es el único índice para calibrar la salud de una sociedad, es decir, su grado de satisfacción y si en último término es feliz o no.
Es sabido que la felicidad no tiene que ver con la pobreza o la abundancia. Son muchos los factores Ha habido encuestas que ubican a México como país feliz. Toda evaluación será, empero, siempre subjetiva. Para nosotros ¡Feliz Grito Patrio!
juliofelipefaesler@yahoo.com