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En días recientes se reportó el fracaso de la compra de medicamentos por Birmex, por presuntos actos de corrupción, lo que ha alargado el desabasto de medicamentos.
Medios nacionales reportaron que organizaciones civiles están advirtiendo de la compra de tratamientos de menor calidad, lo que ha llevado a la pérdida de confianza en el actual gobierno de Claudia Sheinbaum.
Fue al inicio del sexenio del expresidente López Obrador cuando comenzó la crítica al proceso de compra de medicamentos de los anteriores gobiernos; el secretario de Salud, Jorge Alcocer, criticó en mayo de 2021 el proceso de las compras consolidadas bajo las que Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) abastecía de medicamentos y material de curación.
Al argumentar que entre 2012 y 2018 el gasto en la compra fue de 303 mil 076.6 millones de pesos; no se optimizaron tratamientos; y hubo una alta concentración de compra, al tener solo 10 empresas el 79.6 por ciento del gasto en medicamentos.
Alcocer dijo que al concentrarse las compras para 2018 se recibían entre una a dos ofertas para las claves de medicamentos.
“Ahorros relativos, un impacto mínimo en la salud de las personas, concentración en pocas manos y enormes negocios”, fue el reclamo de Alcocer, aunque como se ve actualmente, el tema clave del abasto de medicamentos tampoco quedó resuelto con López Obrador.
En 2024, el medio Animal Político reportó que el morenista dejó de surtir 15 millones de recetas de los servicios médicos públicos, contrastando con el último año de Peña Nieto cuando las recetas no surtidas fueron 3.1 millones, es decir cinco veces más.
Y si bien las compras públicas tienen problemas como la falta de competencia, corrupción, sobrecostos, ineficiencias de funcionamiento y opacidad, como explicó un artículo en la revista Nexos de 2023. Esto puede resolverse dentro del sistema.
Las compras consolidadas se remontan al sexenio de Felipe Calderón y contemplaban que el IMSS asumiera la responsabilidad de negociar las compras de medicamentos para todas las instituciones de salud.
Con la 4T, se le retiró al IMSS esa responsabilidad y en un inicio se le pasó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que al no tener experiencia en la materia no logró surtir el total de medicamentos requeridos.
Luego esta responsabilidad se le transfirió al entonces Insabi que haría las compras a través de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) logrando surtir apenas la mitad de medicamentos en 2020 y en 2021 solo se compraron 91 % de las claves, de acuerdo a Animal Político.
En ese intermedio de la UNOPS, dependencias tuvieron que hacer por separado sus compras de meses o semanas debido al desabasto presentado.
Si bien se destacó el proceso iniciado con la UNOPS, con la que se accedió al mercado internacional de medicamentos, en 2022 el entonces director general del Insabi, Juan Antonio Ferrer explicó que el convenio tuvo un componente de fortalecimiento institucional de forma que contara con capacidades suficientes para llevar a cabo la compra consolidada.
En 2023, 2024 y 2025, la responsabilidad le fue transferida a Birmex, que estaría encargada del abasto de medicamentos y su distribución.
Sobre esto, la investigadora Renata Gómez de la Organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), manifestó que el problema de las compras consolidadas, aparte del almacenamiento y que fue justificado por López Obrador para crear la megafarmacia es la falta de trazabilidad de forma que puedan distribuirse correctamente y evitar que caduquen.