El mole es un platillo tradicional de Oaxaca Foto: X/ @GobOax
El 1 y 2 de noviembre se celebra en todo el país el "Día de Muertos”, una de las tradiciones más importantes en México, la cual busca honrar a los familiares o amigos que fallecieron. Una de las tradiciones es colocar una ofrenda en la que se integran alimentos y bebidas que eran del agrado de los fallecidos.
Aunque cada platillo podría variar conforme a los gustos de cada individuo, existen algunos otros que son típicos de las regiones, por lo tanto, no podrán faltar en la festividad. Aquí te diremos algunos de estos alimentos que no faltan en los altares u ofrendas que se realizan alrededor del territorio mexicano.
Día de Muertos en México: cuáles son los platillos típicos
La gastronomía de México es una de los principales atractivos turísticos, ya que alrededor del país se pueden encontrar una mezcla de sabores e ingredientes que resultan en platillos reconocidos a nivel mundial como el pozole, pambazos, chiles en nogada, entre otros, pero en el Día de Muertos también se destacan las preparaciones, principalmente:
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Tamales de Guanajuato
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Tamales colados de Tabasco
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Mixiotes de Carne de Cordero de Hidalgo
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Mole amarrillo de Oaxaca
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Enchiladas potosinas de San Luis Potosí
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Corundas de Michoacán
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Mole del convento de Santa Rosa en Puebla
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Hojaldres de Campeche
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Mucbilpollo de Yucatán
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Pan de Muerto de Veracruz

Cada uno de ellos se prepara el 1 y 2 de noviembre para que las almas que visitan los altares que se colocan en los hogares, instalaciones educativas o gubernamentales o incluso en las explanadas públicas.
Historia del Día de Muertos
El origen de esta festividad se encuentra en la época prehispánica, en la que el culto a la muerte era parte importante de la mayoría de las culturas. En esos tiempos, los cuerpos se envolvían en un petate y sus familiares organizaban una fiesta con el fin de guiarlo en su recorrido al Mictlán.
En la visión indígena, el Día de Muertos implica el tránsito de las ánimas, que regresan al mundo de los vivos para convivir con los familiares y compartir los alimentos que se les ofrece en los altares.