
¿Donald Trump, candidato al Nobel de la Paz 2025? El debate que divide a Estados Unidos y al mundo
La posibilidad de que Donald Trump reciba el Nobel de la Paz en 2025 ha encendido debates dentro y fuera de Estados Unidos. La pregunta no es sólo si puede ganarlo, sino qué significaría para la política interna estadounidense y para el orden internacional en un momento de guerras abiertas y del endurecimiento trumpista en sus políticas migratorias.
La decisión del Nobel de la Paz 2025 se anuncia este viernes 10 de octubre, con ceremonia para el 10 de diciembre. El Comité del Nobel trabajó sobre candidaturas recibidas hasta el 31 de enero y no existen elementos para confirmar que Donald Trump fue propuesto antes de la fecha límite y, de hecho, PBS NewsHour precisó que las nominaciones a favor de Trump por parte del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y del gobierno de Paquistán ocurrieron tras el 1 de febrero, es decir, fuera de la ventana de 2025.
"Nadie fuera del pequeño círculo en Oslo puede confirmar alguna lista; todos los rumores sólo son ruido o propaganda dirigida", señala a Daniel Álvares, historiador y académico.
Los analistas consultados por Reuters, la cadena ABC australiana y otros medios coinciden en que las probabilidades de Trump, en caso de estar nominado, son "remotas". El historiador Asle Sveen fue tajante. Trump "no tiene ninguna posibilidad de obtener el Premio Nobel de la Paz", citando su apoyo a Israel en la guerra de Gaza y su acercamiento a Vladimir Putin, entre los factores que chocan con el espíritu del testamento de Alfred Nobel. La directora del Instituto de Investigación para la Paz de Oslo (PRIO), Nina Graeger, añadió que su historial de retirarse de acuerdos internacionales y confrontar instituciones socava la "fraternidad entre naciones" que el premio pretende impulsar.
Asle Toje, vicepresidente del Comité del Nobel, explicó que las campañas de presión "tienen un efecto más bien negativo (…) Algunos candidatos empujan muy fuerte y eso no nos gusta". La académica Nina Graeger subrayó el "retiro de Estados Unidos de la OMS y del Acuerdo de París, el inicio de una guerra comercial con viejos amigos y aliados (…) eso no es exactamente lo que queremos cuando pensamos en un presidente pacífico".

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A horas de que se ratifique el alto el fuego en Gaza, la Oficina de Netanyahu y líderes israelíes reiteran su llamado al comité noruego para reconocer al expresidente estadounidense por su papel en el acuerdoEl PRIO, que cada año publica una lista independiente de candidatos "merecedores", ha puesto el foco en organizaciones humanitarias y mediadores locales, como las Emergency Response Rooms de Sudán o el Comité para la Protección de Periodistas, antes que en figuras altamente controvertidas. "Este es un termómetro de la comunidad de estudios de paz en Oslo que ayuda a entender por dónde podría ir el comité si busca enviar un mensaje global sin agravar divisiones", comenta Álvares.
Hay otro dato que complica el relato de campaña para Trump: el Nobel de la Paz suele reconocer el trabajo realizado "durante el año precedente", por lo que el acuerdo entre Hamas e Israel (hasta ahora en la primera fase, de entrega de rehenes) "difícilmente bastaría para la edición 2025, dado que se trata de un caso y sería extemporáneo al calendario de premios 2025. Para 2026 tendríamos que esperar un año", comenta el Peace Research Institute Oslo.
Sin embargo, algunos denuncian la politización del Nobel. Recuerdan que se entregó al presidente estadounidense Barack Obama cuando iniciaba su mandato. El galardón resultó polémico.
Si Trump ganara por un alto el fuego en Gaza, el relato oficial diría que la fuerza consigue la paz donde la diplomacia tradicional fracasó. Pero el campo de pruebas del concepto "paz" seguiría siendo el mismo: ¿se trata de una paz negativa (ausencia de violencia inmediata) o de una paz positiva (instituciones que garantizan derechos)? La respuesta depende de la coherencia entre lo que Trump hace y ordena afuera y adentro de EU.
Un Nobel es como sello de reputación; en el caso Trump, "la maquinaria oficial lo enmarcaría como autorización moral para ‘restaurar el orden’". El Comité del Nobel insiste en que trabaja a salvo de presiones. Una decisión a favor de Trump se leería, justa o injustamente, como permeada por esa presión.