Dudas para invertir
La economía mexicana no está avanzando. En el tercer trimestre de 2025 registró una contracción de 0.3 por ciento. De enero a septiembre se crearon sólo 333 mil empleos formales inscritos en el IMSS, una cifra decepcionante, inferior en 27 por ciento a la de los mismos meses de 2024. Tanto la construcción como la inversión fija bruta han tenido caídas importantes. Algunos argumentan que la situación es producto del cambio de sexenio y la terminación de las obras faraónicas del expresidente LópezObrador, pero el problema es más de fondo.
La Secretaría de Hacienda ha señalado que la inversión extranjera directa alcanzó un máximo histórico de 34 mil 300 millones de dólares en el primer semestre de 2025. Es el dato de la Secretaría de Economía, que mide proyectos de inversión aprobados. Los flujos de capital los registra el Banco de México, que en el primer semestre de 2025 apuntó que la inversión extranjera directa fue de 34 mil 265 millones de dólares. De esta cantidad, sin embargo, sólo tres mil 148 millones fueron nuevas inversiones.
Estas cifras nos dicen que los inversionistas extranjeros que ya están operando en México quieren quedarse, pero no estamos atrayendo a nuevos.
Cuando hablo con empresarios internacionales no es difícil de entender las razones. Parte del problema viene de Estados Unidos; las políticas de Donald Trump han sido erráticas, pero apuntan a un creciente proteccionismo de la Unión Americana. Los flujos que se esperaban del nearshoring no se han concretado. Tampoco ayuda la información que se difunde internacionalmente sobre lainseguridad y la violencia en México. Nadie quiere invertir en un lugar en el que hay que pagar derecho de piso a criminales.
Inquieta también la percepción de que el país se está alejando cada vez más de una economía libre y de la democracia para aliarse con dictaduras como Cuba y Venezuela. La reforma judicial, que acabó con los tribunales independientes, ha sido muy mal vista en el exterior. El debilitamiento de la Ley de Amparo, y en particular la prohibición para que los jueces puedan otorgar suspensiones en casos fiscales, son un fuerte disuasivo para invertir, porque quien lo haga no tendrá ningún derecho frente a las autoridades fiscales, aunque estas violen las leyes con sus prácticas.
Preocupan también los cambios de reglas. A las empresas maquiladoras, por ejemplo, se les permitió durante décadas hacer exportaciones virtuales de sus productos, a través de un instrumento llamado pedimento V5, para después reimportarlos a territorio nacional; ahora el gobierno quiere no sólo castigarlas por usar este procedimiento legal, sino cobrarles doble IVA retroactivo 20 años. A las aseguradoras, que desde 1980 habían cobrado IVA en las primas, pero no al cubrir los siniestros, siguiendo las normas internacionales, les querían cobrar doble IVA retroactivo 45 años. Finalmente, el gobierno se echó para atrás en octubre.
México sigue teniendo grandes ventajas competitivas. Podríamos superar la incertidumbre generada por Trump, pero el problema surge cuando nuestros políticos debilitan el Estado de derecho, acaban con la independencia de los tribunales y ponen fin al amparoen asuntos fiscales. Son medidas que solo existen en regímenes autoritarios como Cuba y Venezuela, y a los empresarios no les gusta invertir en un país en el que no tienen derechos.
Twitter: @SergioSarmiento