Hace una semana, en este espacio, existía una duda acerca de cuál es el mejor equipo en la NFL, pero después de que los Gigantes aplastaran a las Águilas hace ocho días, y de nuevo el domingo, cuando los Jefes vencieron definitivamente a los Leones, y por si acaso, el pasado lunes, después de que los Halcones aplastaran a los Bills, vuelve a surgir la misma pregunta.
Y la respuesta, hecha con la verdad, es que, sinceramente, no creo que haya un claro favorito, porque se nota que las 32 escuadras tienen defectos y viendo que no hay equipos invictos, y sólo cuatro equipos tienen una derrota, más se afirma esta situación y ese condimento que le da un sabor especial a esta liga.
Y checando que los Bills y los actuales campeones han perdido dos partidos seguidos cada uno, tampoco hay que platicar de los Cuervos y los Bengalíes, y algunos otros equipos de pretemporada que se han desvanecido.
Sin embargo, los que levantan la mano son los Bucaneros que se mantienen tenuemente en el primer puesto de la división Sur de la NFC, y que es la única escuadra con 5 victorias después de vencer a San Francisco, pero viene una cuestión ¿Tendrán suficientes receptores para mantenerse? Subirlos días antes de un viaje a Detroit para un partido estelar contra los Leones no podría ser contraproducente.
La flexibilidad es clave esta temporada, y sin duda surgirán favoritos y unos aspirantes se desvanecerán, y tal vez, incluso algunos equipos que habíamos dado por muertos, tengan una segunda oportunidad, tal es el caso de los actuales tricampeones de la AFC, que, al iniciar con dos derrotas, hoy están precisamente en esa situación, y que, de llegar a jugar en enero, serán un hueso difícil de roer.
Y continúa la internacionalización de la NFL, ya que este próximo domingo, también en el Reino Unido, básicamente en la capital Londres, como la semana pasada entre los Broncos y los Jets, ahora será en el mítico estadio de Wembley, en un partido interesante entre los Carneros y los Jaguares, donde, aparentemente, Jacksonville saldrá como local, aunque en estas circunstancias todo se disfruta sin ver quiénes son los anfitriones.
Y hoy comienza la séptima semana con un partido que siempre se antoja interesante, con la visita de los Acereros al Paycor Stadium, guarida de los Bengalíes, que, en otras circunstancias, habría más aderezo, pero hay que reconocer el trabajo de Mike Tomlin, ya que en las últimas tres semanas, la AFC Norte ha estado casi completamente en manos de Pittsburgh.
Han ganado sus únicos dos partidos en ese lapso, mientras que Cleveland, Baltimore y precisamente Cincinnati, tuvieron un récord combinado de 0-9 y el septenario de descanso de la quinta semana, ayudó a que la defensa de Pittsburgh estuviera aún mejor en forma, y se demostró el domingo contra Cleveland, ya que le cayeron encima a Dillon Gabriel con seis capturas y 16 golpes al quarterback, y mantuvieron a los Cafés, fuera de la zona de anotación.
Y para el equipo que dirige Zac Taylor, las primeras cuatro series en Green Bay fueron previsiblemente feas, pero tan seguro como cuando no te atienden en el IMSS o los impuestos, ya que Joe Flacco empezó a lanzar pases de ida, y aunque no logró una remontada heroica como visitante en Lambeau Field, el veterano pasador dejó a los Empacadores en shock por un minuto, unos cinco días después de su llegada mediante canje.
Quién sabe si podrá mantener el ritmo, pero es increíble, ya que, con un récord de 2- 4, los Bengalíes están hasta la cintura, pero al menos tendrán tres partidos consecutivos en casa, antes de la semana de descanso para darse una oportunidad de revocar su situación, y si de alguna manera logran recuperar la relevancia, será porque Flacco es capaz de poner el balón en manos de sus mejores jugadores; el domingo, nos dio una muestra de lo que es posible.