Habemus Champion! esta sería la proclama, adecuando esta frase de moda al futbol, para anunciar que tenemos nuevo campeón en el futbol mexicano, Toluca es el nuevo monarca de la Liga MX.
Los Diablos Rojos derrotaron por dos goles a cero al América, en el juego de vuelta de la serie por el título del Clausura 2025 del futbol mexicano, en un duelo sordo, trabado, con mucha lucha en la media cancha y poca acción en las áreas, que se definió en los últimos veinte minutos de la segunda parte, después de un forcejeo intenso y sin ideas claras de ninguno de los contendientes.
América era un poco más en cuanto a la iniciativa, contra un Toluca con un más orden táctico, pero ninguno tenía la capacidad de imponer de manera determinante sus condiciones sobre el rival.
Los de Coapa tenían la posesión del balón, pero no sabían que hacer él, pues los toluqueños los tenían bien maniatados; pero los choriceros tampoco sabían sacar provecho de los contragolpes porque no eran precisos en sus evoluciones por el marcaje a presión de los americanistas, que provocaba que sus salidas fueran precipitadas y equivocadas; y así, ninguno encontraba como sacar mejor partido de sus respectivos planteamientos futbolísticos.
Aquello era un “toma y daca” alrededor del círculo de la media cancha con muy pocas aproximaciones a las áreas y muchas menos llegadas de peligro sobre la portería del rival.
Las Águilas daban, por momentos, la sensación de que podrían encontrar la llave para llegar con posibilidades de gol, como en una buena jugada en la que estrellaron la bola en el poste derecho de la portería roja, en la única llegada de peligro verdadero de la primera mitad del partido, que terminó sin goles y también sin muchas emociones.
La segunda mitad, de inicio, pintaba igual que el primer tiempo, obligando a los técnicos a mover sus piezas buscando romper la trabazón del partido, aunque algunos movimientos fueron obligados para ambos estrategas.
Jardine primero sacó a Martin lesionado y entró Aguirre; pero cuando ya estaba América abajo en el marcador, el brasileño quemó sus naves y sacrificó elementos defensivos, como Dos Santos y Juárez, por Valdez y Dávila, hombres de mayor claridad al frente y por supuesto más frescos; luego saldría Borja por Dilrosun y Kevin por Rodríguez, con la misma infructuosa intención.
Mientras que Mohamed tuvo que sacar a Paulinho resentido de su lesión, en un cambio obligado, entrando Morales; pero, sin variar mayormente su dispositivo táctico, fue refrescando sus posiciones físicamente más desgastadas, echando mano del colmillo retorcido de Herrera en lugar de Angulo; y al final, de la velocidad de Violante por un agotado Vega, estrategia que le rindió los frutos esperados.
El forcejeado y entrampado empate solo se iba a romper como suele ser en este tipo de juegos, con una jugada a balón parado, algo que a Toluca le suele acomodar; y en un tiro de esquina, ningún americanista pudo contener a Luan, que de sólido cabezazo desbarató el empate y aclaró el partido.
Lo cierto es que hasta el primer gol choricero el juego estaba para cualquier lado; pero al final, el duelo de estrategias se lo llevó Mohamed. pues su equipo pudo sacar mejores réditos de su planteamiento, a diferencia de los cremas, que no les alcanzó con el de Jardine.
La final no fue bien jugada, mucho menos brillante, pero para los seguidores del campeón Toluca es un capítulo muy grande en este futbol nuestro de cada día