Santos está cada vez peor, ya ni siquiera va como dice la canción de Ricky Martin: un pasito pa’lante María... un pasito pa’trás.
No, Santos solo camina pa’trás como los cangrejos.
Este domingo pasado, fue goleado cuatro goles a uno en su propia casa por un San Luis que los superó con toda la claridad que indica el contundente marcador.
Santos fue un verdadero desastre, no tuvo pies ni cabeza, y si nos apuramos un poco, el tanteador pudo ser más abultado, pero otra vez Acevedo evitó que la catástrofe fuera mayor.
San Luis no tuvo que realizar un gran partido, simplemente fue más práctico y efectivo que Santos, que tuvo el balón más tiempo en su poder, pero no supo qué hacer con él, pues con menos posesión de pelota los potosinos dispararon a gol más veces que los laguneros y con mucho mejor puntería, pues de sus ocho tiros al arco clavaron cuatro, mientras que los santistas de cinco solo pudieron acertar un solo y hasta fallaron un penalty.
La pena máxima que falló Santos, al inicio del juego, a los once minutos para ser más exactos, fue el preludio de la pésima actuación santista, pues tras el yerro de Barticciotto el once verde se fue desdibujando hasta convertirse en concierto de equivocaciones que le fueron abriendo la puerta al cuadro potosino, que certeramente fue aprovechando las equivocaciones defensivas de los comarcanos para fabricarle otra goleada a domicilio a la oncena lagunera.
El equipo santista jugaba muy mal, pero su técnico Francisco Rodríguez, colaboró mucho para que el desempeño del cuadro de casa terminara sin respuesta y sin tener pies ni cabeza, cambios que no solo no se entendieron al momento de realizarlos, sino que además no le funcionaron en lo más mínimo y Santos terminó jugando mucho peor de lo que ya lo había hecho en sus peores partidos de la temporada.
Aunque no todo es responsabilidad del timonel verdiblanco, que ciertamente no da pie con bola y su autocrítica no existe, él siempre ve partidos muy distintos a los que vemos los demás.
Porque son los jugadores los que están dentro de la cancha, y se muestran como un puñado de tipos desangelados e incapaces, que hacen más evidente su falta de calidad y limitada técnica individual equivocándose con mucha frecuencia, cometiendo tanto errores físicos como mentales, al grado de verse torpes y lentos con mucha frecuencia.
Partidos como el del domingo hacen muy evidentes las limitaciones de un un equipo muy mal armado, al que se le nota, a leguas, la mediocridad de la mayoría sus jugadores, su cuerpo técnico, y sus directivos, que no han podido con un paquete que les ha quedado muy grande, como es un equipo de primera división; y más éste, que en su corta historia, llegó a ser considerado ejemplo de cómo se debe trabajar en una institución deportiva de esta naturaleza, pero que hoy da pena por su pésima gestión deportiva, la que se ha originado una serie de muy malos torneos, sobre todo los dos últimos, terminando como el peor equipo de la liga; y que tal parece que en la presente campaña también se encamina para repetir color en este futbol nuestro de cada día.