
El origen de la corrupción en México, legado del periodo colonial: Historiadora
En el documental 'PRI: Crónica del fin', el último episodio recuerda el regreso a la presidencia del partido tricolor con Enrique Peña Nieto y los gobernadores que llegaron al poder durante su gobierno, ejemplos de la corrupción como Javier Duarte y Roberto Borge.
El documental menciona también la célebre frase del exmandatario, sobre que la corrupción era (y es) un tema cultural.
Durante su participación en el foro Impulsando a México en octubre de 2017, el entonces presidente dijo “A cualquier cosa que ocurra hoy en día es por la corrupción, casi casi si hay un choque aquí en la esquina, ah, fue la corrupción… detrás de cada evento quieren encontrar un culpable, un responsable y siempre es decir es la corrupción, cuando no necesariamente asiste el que detrás de algún evento consecuencia de algo, tenga que ver con la corrupción”.
Sin embargo, la doctora en Historia Latinoamericana por la Universidad de Wisconsin-Madison, Adela Cedillo, ofreció una lectura distinta sobre el origen de la corrupción en México.
Manifestó que el origen de la corrupción en México está relacionado con la historia colonial que configura el territorio nacional, pues fue la situación colonial la que posibilitó la corrupción.
"Los principales órganos de gobierno estaban en España, España dominaba pues un imperio muy vasto, entonces obviamente no podían tener el control de todo lo que pasaba en sus colonias, o en aquella época les llamaban territorios asociados, pero Nueva España no tenía el mismo peso que Aragón, Andalucía u otros territorios".
Explicó que la corrupción se daba de muchas formas, un ejemplo la venta de cargos públicos al que sólo los nobles, es decir, personas de cierto linaje con un título reconocido podían acceder a ellos; sin embargo se ponían a la venta para los criollos, los españoles nacidos en España, que no podían tener el reconocimiento o estar al mismo nivel que los peninsulares.
Recordó la "famosa" frase española de "obedézcase, pero no se cumpla", señalando que todo podía resolverse con dinero, sobornando a las autoridades virreinales, generando una forma de operar que se ha vuelto estructural.
"Es algo muy arraigado, es parte del ADN de lo que sería posteriormente el Estado Mexicano, una vez que se independiza".
México independiente
La historiadora plantea que llegada la independencia, quienes quedan a cargo de México son los criollos, quienes dominaron el panorama político por la mayor parte del siglo XIX, cuyo fin llegó con la Guerra de Reforma, cuando los liberales vencieron a los conservadores.
Señaló que el expresidente Benito Juárez y Porfirio Díaz no eran criollos pero se rodearon de ellos y dando un salto en el tiempo, agrega que la Revolución Mexicana pese a haber sido hecha por una mayoría campesina indígena, quienes quedaron en el poder fueron los descendientes de los europeos.
"Es una forma que ellos tienen de hacer política, porque la corrupción no es algo que estuviera arraigado en las comunidades indígenas, en la forma de hacer política, es algo que viene de esta dominación colonial y esta forma de los criollos de hacer política, priorizando negocios, tráfico de influencias, todo este favoritismo a familiares y amigos"
.Rechazó la idea de que "todos los mexicanos somos corruptos" y reiteró que es una serie de procesos históricos que llevan a entender, porqué es algo tan arraigado.
Cedillo señaló "Hay que dejarlo bien claro, la corrupción no viene de abajo para arriba, no viene de la gente pobre tratando de sobornar o de hacer un "chanchullo", no; la corrupción es un estilo político, económico que se ha impuesto de arriba hacia abajo y obviamente el que tiene más dinero para sobornar, para corromper es el que se va a llevar el premio mayor".
Las élites
La académica de la Universidad de Houston ve también un componente racial en la corrupción y responde afirmativa a la pregunta, "Porque las élites en México son blancas, son gente descendiente de los europeos".
Apunta como ejemplo a que la lista de los hombres más ricos del país no hay personas de origen indígena o afrodescendientes a pesar de que en México la mayoría de los ciudadanos somos descendientes de la población nativa
"Entonces, evidentemente las élites en México pues son muy blancas, es la gente que vemos en la farándula, en los negocios, los más ricos del país..."